
por Florencia Gutiérrez
La semana, que comenzó con fuertes temblores en el mundo financiero a nivel global que afectarán irremediablemente a la Argentina, cerrará el viernes con un dato de enorme centralidad en nuestro país: ese día se conocerá el dato de inflación correspondiente a marzo.
Seguramente, el dato sea mayor al de febrero (2,4%), que a su vez fue mayor al de enero (2,2%). Así, por primera vez desde la asunción de Javier Milei, la inflación acumulará dos meses seguidos de suba.
Repasemos qué estimaron las principales consultoras. Tanto Equilibra, dirigida por Martín Rapetti, como Eco Go, con Marina Dal Poggetto al frente, y Econviews, de Miguel Kiguel, calcularon un 2,7%. Por su parte, Orlando Ferreres estimó 2,9%.
Todas las mediciones se muestran ampliamente por arriba del 2,3% que estimaban un mes atrás en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central. El REM de este mes, publicado el lunes, arrojó una inflación de 2,6%.
Preocupación por la inflación de alimentos
La preocupación central gira en torno a los alimentos. A diferencia de 2024, que sus precios se movieron por debajo de la inflación general, impulsada por los aumentos de los servicios, en lo que va de 2025 los alimentos están liderando las subas.
Para marzo, la consultora LCG estimó una suba de 3,1%, mientras que Eco Go calculó 3,3%, bien por encima del índice general. Más preocupante aún es la estimación de Econviews: la canasta de alimentos que mide en el Gran Buenos Aires arrojó un incremento de 3,9% en marzo.
Las verduras lideraron los aumentos. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) señaló que las verduras más consumidas mostraron una fuerte suba de 43% en el Mercado Central mientras que las frutas redujeron sus precios 9%.
A ello se suma que, de por sí, marzo estacionalmente suele ser un mes complejo en términos de precios, con el rubro educación liderando los aumentos.
Malas perspectivas para abril
Si bien desde el Gobierno esperaban que los precios se desaceleraran este mes en curso, la primera semana de abril no fue buena, y el pan, por ejemplo, se disparó 12% en la provincia de Buenos Aires y la carne otro 3,5%.
Asimismo, la suba de tarifas aplicada este mes en luz, agua y gas, junto con los aumentos del transporte en CABA y provincia de Buenos Aires, dificultan el camino hacia adelante. Todo ello, pese a que, desde febrero, el Banco Central bajó la tasa de devaluación, y el dólar sólo sube 1% por mes. Efectivamente, contener el dólar no alcanzó para romper el piso de 2% que se proponen desde el Ejecutivo.
Si bien las consultors estiman para abril una inflación de 2,2%, el relevamiento se realizó los últimos días de marzo, por ende no tienen incorporado el cataclismo de los últimos días, que, si dispara el dólar paralelo, y por ende la brecha, tendrá su impacto en precios.
El contexto internacional no hace más que tensionar un escenario ya de por sí complejo. Especialmente, en materia cambiaria sostener este nivel del dólar va a resultar más inviable aún con nuestros socios comerciales devaluando sus monedas, o al menos los costos van a ser mayores en términos de pérdida de reservas.