
El 21 de enero de 2025, el Parlamento iraquí aprobó enmiendas a la Ley de Estatuto Personal de 1959, otorgando a los tribunales islámicos mayor autoridad sobre asuntos familiares, incluyendo matrimonio, divorcio y herencia. Estas modificaciones han suscitado críticas tanto a nivel nacional como internacional, debido a las repercusiones en los derechos de las mujeres y las niñas en el país.
Las enmiendas permiten que las parejas elijan si su contrato matrimonial se rige por la Ley de Estatuto Personal o por un código de estatus personal basado en la jurisprudencia islámica Ja'afari, que será desarrollado por el Consejo Científico de la Dotación Chiita. Esta disposición ha generado preocupación, ya que podría abrir la puerta a prácticas como el matrimonio infantil, permitiendo que niñas menores de 18 sean casadas bajo ciertas interpretaciones religiosas.
Grupos chiitas buscan modificar la ley para defenderse de Occidente haciendo que las menores se puedan casar.
Proponentes de las enmiendas, principalmente legisladores chiitas conservadores, argumentan que estas modificaciones alinean la legislación con los principios islámicos y reducen la influencia occidental en la cultura iraquí. Sin embargo, activistas de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil han expresado su oposición, señalando que estas enmiendas representan un retroceso en los derechos de las mujeres y las niñas, y podrían aumentar la vulnerabilidad de las menores al matrimonio infantil y otras formas de abuso.
La comunidad internacional también ha manifestado su preocupación. Amnistía Internacional ha instado al Parlamento iraquí a rechazar las enmiendas propuestas, advirtiendo que permitirían el matrimonio de niñas desde los nueve años y profundizarían la discriminación de género en el país.
En respuesta a las críticas y a las posibles violaciones de procedimientos durante la votación, varios legisladores presentaron una queja ante la Corte Suprema de Irak. El 4 de febrero de 2025, la Corte Suprema Federal de Irak emitió una orden suspendiendo temporalmente la implementación de las leyes, incluida la enmienda a la Ley de Estatuto Personal, debido a cuestionamientos sobre la legalidad del proceso parlamentario. No obstante, el 11 de febrero, la misma corte desestimó la impugnación legal y permitió que las leyes entraran en vigor. Cabe acotar que en una concesión significativa, los promotores mantuvieron la edad mínima para contraer matrimonio en 18 años, la misma que en la ley actual, aunque se permitirá el matrimonio a los 15 años con ciertas condiciones, como la aprobación de un juez y tutores, aunque propuestas anteriores habrían permitido el matrimonio de niñas a partir de los nueve años.
Estas enmiendas han puesto de manifiesto la tensión entre las interpretaciones religiosas y los derechos civiles en Irak, así como el papel de las autoridades religiosas en la legislación del país. La situación sigue evolucionando, y es probable que continúe siendo un tema central en el debate político y social iraquí en los próximos meses.