
El mercado de la carne porcina en Argentina vive un escenario de contrastes, con un consumo doméstico y un nivel de producción que muestra cifras récord, pero un comercio exterior con una balanza comercial frágil, con menos exportaciones y un fuerte incremento en las importaciones, sobre todo en cortes emblemáticos para el consumidor, como el caso de la bondiola.
En estos días, el Gobierno nacional celebró un repunte en los datos del mercado interno. Según estimó la Secretaría de Agricultura, en los dos primeros meses de 2025 se produjeron 117.892 toneladas de carne porcina, con un consumo que en febrero llegó a los 17,48 kilos por habitante.
En el caso de la producción, remarcaron que en el período analizado aumentó 3,7% interanual, “marcando así un nuevo récord histórico”. Para explicar esta esta dinámica, desde la cartera encabezada por Sergio Iraeta destacaron que “fue impulsada por una suba del 5,5% en la faena y permitió un alza en el consumo que se ubicó en el máximo valor para ese mes”.
Pero al analizar la dinámica del mercado externo, la foto es diferente. De acuerdo al consultor Juan Uccelli, los números son por demás elocuentes: en marzo se exportaron 820 toneladas, pero las importaciones acumularon 4.275 toneladas. Si bien los despachos al exterior en marzo crecieron un 32% interanual, cayeron un 11% cuando se comparan con febrero.
“De lo que se exportó el 25% fueron cortes de carne de bajo valor y el resto subproductos, estamos lejos de las posibilidades por más que se abran nuevos mercados”, advirtió Uccelli.
Compartimos el Comercio Exterior del Sector Porcino de Argentina durante el mes de marzo 2025. #cerdoargentino #porcinos pic.twitter.com/BWkVo5UiWI
— Juan Luis Uccelli (@juanluisuccelli) April 2, 2025
Al analizar las importaciones, el especialista fue lapidario. “Las importaciones siguen siendo groseras y el mejor ejemplo es el bondiolicidio que se produjo con una oferta que aplastó los precios”, afirmó.
Para entender esta frase, hay que remitirse a la dinámica de las importaciones en los últimos años. Uno de los cortes con más presencia en las compras argentinas justamente es la bondiola, que en su mayoría proviene de Brasil, pero también de otros destinos como Dinamarca. Sin saberlo, muchas veces los consumidores compran este corte (que suele presentarse congelado) desde esos orígenes.
Los números respaldan estas afirmaciones. El consultor estimó que en el primer trimestre de 2025, las importaciones aumentaron un 348% en comparación a los tres primeros meses del año pasado. “El daño que se produce a la producción e industria nacional es muy fuerte en un momento en el cual sobran las carnes y el poder adquisitivo sigue muy bajo”, consideró. Y dejó una advertencia sobre un incremento en las importaciones.
“Paraguay abrió el mercado a la carne y vísceras porcinas, no sabemos aún si hay reciprocidad, no habría que sorprenderse con carne de cerdo de Paraguay en nuestro mercado”, concluyó.