
Desde 2017 la televisión del fútbol argentino está en manos de dos empresas que tienen cada una la mitad de los derechos de transmisión. La negociación en su momento estuvo a cargo de la Superliga, un ente independiente creado a semejanza de La Liga de España.
Sin embargo, cuando se transformó en la Liga Profesional de Fútbol (LPF), pasó nuevamente a depender de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), por lo que la casa madre del fútbol que conduce Claudio “Chiqui” Tapia tomó nuevamente las riendas de la negociación con las empresas.
Una de las licenciatarias es WarnerBros Discovery a través de TNT Sports, que logró este mes una extensión del vínculo que vencía en 2027 por otros 4 años. De esta forma, Disney (ESPN) que ya había acordado su continuidad hasta 2030, ahora podrá optar por extenderlo un año más hasta 2031 para igualar las condiciones de TNT Sports.
Entre las dos empresas pagan 120 millones de dólares anuales a la LPF, que es la encargada de administrar el dinero entre los clubes con una lógica que se heredó de la Superliga.
El 50% se divide en partes iguales, el 25% según la tabla de posiciones final de la temporada y el 25% restante por el rating que tienen cada uno de los equipos cuando juega. Además, se estableció una regla que indica que nunca puede haber una diferencia mayor de 2.2 entre el club que más recibe y el que menos.
En el monto que se divide por audiencia de televisión, es importante los horarios de programación de los partidos en los días que puede existir un mayor encendido. De esta forma, los equipos que disputan sus encuentros un día de semana a la tarde, pueden tener mucho menos rating que los que juegan el fin de semana. Antes de cada fecha los dirigentes tienen que estar atentos a todo.