
Miguel Alejandro Vargas Nehuen estaba bajo arresto domiciliario en el barrio Lennart Englund, en la ciudad chubutense de Esquel. Sabía que en las próximas horas sería condenado por el femicidio de su ex pareja Ana Calfìn y decidió profugarse. La Policía inició rastrillajes en zonas rurales y emitió una alerta a las autoridades fronterizas de Futaleufú, en Chile.
Según trascendió, el último control sobre Vargas se realizó el lunes a las 22 horas. El siguiente estaba previsto para la mañana del martes, cuando se constató su fuga. Todo indica que el escape se produjo en la madrugada, horas antes de ser trasladado a la Oficina Judicial para la audiencia que definiría su condena.
Ana Calfín, de 37 años, falleció a raíz de las graves quemaduras provocadas por su expareja. El brutal ataque ocurrió el 6 de agosto de 2023, y la mujer falleció el 18 del mismo mes en el hospital. Un jurado popular encontró a Vargas Nehuen culpable del delito de homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género. La Fiscalía solicitó la pena de prisión perpetua, como establece el Código Penal para este tipo de crímenes.
Desde que comenzó el proceso judicial, la familia de Ana Calfín expresó reiteradas veces su rechazo a que el imputado permaneciera bajo arresto domiciliario. Advirtieron públicamente sobre el riesgo de fuga, considerando la gravedad del caso y la violencia del hecho.
Vargas Nehuen tiene tez trigueña y un tatuaje distintivo de tres lobos en el antebrazo izquierdo. Las autoridades solicitaron la colaboración ciudadana para dar con su paradero. Se pidió que cualquier dato sea comunicado a la comisaría más cercana o a través de los canales oficiales.
LN