
La escena en la sala del Tribunal de Mercedes fue tensa. Aldana Muñoz, la mujer acusada de matar a sus dos hijos de 5 y 8 años en Curuzú Cuatiá, llegó al primer día del juicio oral entre lágrimas y con la mirada perdida. Así enfrentó a los tres jueces que en los próximos días deberán decidir si es una asesina a sangre fría o una mujer quebrada por la violencia de género y que sufrió un brote psicótico.
El caso que está siendo ventilado en el juicio ocurrió el 15 de noviembre de 2023 en el barrio Santa Rosa. Esa madrugada, según la acusación fiscal, Muñoz degolló a sus hijos Dylan, de 8 años, y Sofía, de 5, mientras dormían. Luego habría intentado quitarse la vida.
Para la fiscal Clara Belén Arrúa, no hay dudas: se trató de un doble homicidio calificado, cometido con plena lucidez. La acusación descarta que la mujer haya actuado bajo un estado de alteración mental.
La defensa, en cambio, sostiene otra teoría. La abogada Julieta Lacroze habló de una mujer sometida a años de maltrato psicológico, físico y sexual por parte de Marcelo Maciel, su pareja y padre de los niños. “Esa mañana no pudo más. Se nubló. Había tenido alucinaciones, ideas suicidas. Fue un brote psicótico total”, sostuvo frente al tribunal.
Según su relato, la noche anterior al crimen la pareja había discutido por WhatsApp. Tres semanas antes, Muñoz había sido internada tras un ataque de nervios. Lacroze recordó que "no fue un episodio aislado" y afirmó que los testigos lo confirmarán. “Aldana vivía por sus hijos”, agregó.
La defensa también hizo foco en detalles de la escena: dos bolsas con pertenencias de Maciel estaban sobre la mesa, lo que interpretan como prueba del conflicto previo. "Él ya vivía con su madre pero no se iba de la casa", enfatizó la abogada.
Fue la hermana de Aldana, Luana Muñoz, quien halló los cuerpos. Preocupada por la falta de contacto, fue hasta la casa y encontró a la acusada ensangrentada, que le pidió que hablara en voz baja porque “los niños dormían”. En ese momento, Luana descubrió una escena dantesca: los niños estaban muertos en sus camas.
Posteriormente, según se reveló en la audiencia, Muñoz relató a los psiquiatras que había visto “una sombra” y a su abuelo fallecido. “Decía que se había bloqueado, que debía irse con sus hijos”, relató Lacroze al tribunal.
En esta primera jornada también declararon la exsuegra de Muñoz y una de sus hermanas, y los peritos forenses describieron con crudeza las heridas infligidas a los menores.
LN