
Según un informe del FBI publicado por Fox News, el grupo criminal venezolano Tren de Aragua estaría operando en territorio estadounidense con presunta complicidad del régimen de Nicolás Maduro. El documento, citado por funcionarios federales, plantea que estas acciones formarían parte de una estrategia para erosionar la seguridad pública de Estados Unidos desde el extranjero.
El reporte sostiene que el Tren de Aragua ha extendido sus operaciones fuera de Venezuela y que sus miembros han logrado establecer células criminales en distintas zonas de EE. UU., especialmente en contextos donde hay comunidades migrantes venezolanas. Las autoridades estadounidenses afirman que la expansión del grupo responde a un patrón sistemático de inestabilidad asociado al chavismo.
La información difundida también sugiere que esta operación indirecta del gobierno venezolano se enmarca en una estrategia más amplia para influir en la dinámica interna de EE. UU., en un contexto donde la seguridad y la inmigración figuran como temas clave del debate político.
Las declaraciones atribuidas a funcionarios del FBI no fueron acompañadas por evidencia documental específica en la nota, pero se inscriben dentro de una narrativa que insiste en vincular al régimen de Maduro con amenazas transnacionales.
El contenido del informe se da en un clima de creciente tensión entre Caracas y Washington, y podría tener implicancias políticas y diplomáticas si se avanza en medidas concretas en base a esta evaluación. La acusación resuena particularmente fuerte en medio del actual escenario electoral estadounidense, donde los temas de criminalidad e inmigración dominan la agenda mediática.
En este contexto, la figura del Tren de Aragua, en este caso, sirve como pivote narrativo para reposicionar a Venezuela como un actor central en los dilemas de seguridad interna de EE. UU.