26/04/2025 - Edición Nº809

Política

El poder de la educación

TUMO: La polémica herramienta educativa de Soft Power que Eduardo Eurnekian le vendió a Jorge Macri

25/04/2025 | La implementación del sistema educativo en la Ciudad pareciera responder a intereses de poder blando impulsados por Jorge Macri, por intervención del empresario Eduardo Eurnekian, al presentar un modelo de un país con serios desafíos sociales como un éxito rotundo.



En un contexto global donde la educación se ha convertido en una herramienta estratégica de diplomacia, el modelo educativo de Armenia, particularmente a través del sistema TUMO, ha sido presentado como un éxito rotundo. Sin embargo, la reciente decisión de implementar este sistema en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, impulsada por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, por presión del empresario Eduardo Eurnekian, abre una serie de interrogantes que van más allá de lo educativo.

¿Qué es TUMO y por qué importa?

TUMO, el innovador sistema educativo nacido en Armenia, se ha convertido en un modelo de vanguardia que mezcla aprendizaje autodirigido y creatividad. Su enfoque, que se basa en ofrecer formación en áreas tecnológicas y creativas a jóvenes de 12 a 18 años, ha ganado reconocimiento internacional. Con una estructura sin exámenes ni calificaciones tradicionales, el centro permite que los estudiantes construyan un portafolio digital en lugar de recibir un diploma convencional. Este tipo de educación ha sido promocionado como un avance que fomenta la autonomía y la innovación, características deseables para el siglo XXI.

Pero, detrás de la fachada de modernidad, surge una realidad más compleja. Armenia, un país con un nivel educativo que enfrenta desafíos significativos, usa TUMO no solo como un sistema de formación, sino también como una herramienta de soft power. Al tratarse de una nación pequeña y geopolíticamente vulnerable, Armenia ha identificado la educación como un campo crucial para proyectarse internacionalmente, mejorando su imagen a través de iniciativas como esta.

La paradoja de importar un modelo de un país con grandes carencias

Es importante señalar que Armenia, a pesar de su impresionante tasa de alfabetización y el éxito de TUMO en ciertos sectores, sigue enfrentando profundas desigualdades y problemas estructurales en su sistema educativo. Mientras la capital, Ereván, goza de ciertas ventajas, las zonas rurales carecen de la infraestructura y los recursos necesarios para garantizar una educación de calidad para todos.


Armenia mantiene niveles de pobreza extrema.

Por otro lado, el nacionalismo que impregna el sistema educativo armenio –especialmente en relación con la tensión constante con Azerbaiyán– también se refleja en programas como TUMO. Aunque la propuesta educativa en sí misma es innovadora y enfocada en el futuro, no deja de estar anclada en una narrativa que busca fortalecer la identidad nacional armenia y proyectar una imagen de resiliencia frente a los desafíos geopolíticos.

La llegada de TUMO a Buenos Aires: ¿Una coincidencia?

La decisión de Jorge Macri, el actual jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de implementar el modelo TUMO en la capital argentina, levanta muchas preguntas sobre la verdadera motivación detrás de este movimiento. Si bien la educación es un tema crucial para cualquier ciudad, la elección de un modelo proveniente de un país con realidades tan distintas a las de Argentina parece más un acto de relaciones públicas que una solución educativa real.

Este tipo de decisiones, especialmente en un año electoral, no son casuales. El sistema TUMO, que se presenta como una panacea para los jóvenes argentinos, está claramente alineado con los intereses de figuras como Eduardo Eurnekian, un magnate con fuertes vínculos internacionales y un historial de promover proyectos que apuntan a reforzar la imagen de la ciudad a través de iniciativas que mezclan modernidad con geopolítica.

El peligro de la ‘diplomacia educativa’

Lo más preocupante es que este tipo de políticas educativas no parecen responder a una necesidad real del sistema educativo porteño, sino que se inscriben dentro de un juego de poder más amplio. La influencia de figuras como Eurnekian, que ha promovido diversos proyectos internacionales de gran envergadura, no es ajena al impacto de TUMO en Buenos Aires. Al presentar un sistema educativo de un país en desarrollo como Armenia como un modelo de vanguardia, se corre el riesgo de crear una fachada de modernidad que oculta las verdaderas necesidades estructurales de la educación en la Ciudad de Buenos Aires.

Además, es importante preguntarse si realmente el sistema TUMO, con todas sus bondades tecnológicas, es lo que la educación porteña necesita. La falta de infraestructura, la desigualdad de recursos entre barrios, y la creciente deserción escolar son temas mucho más urgentes que deben ser resueltos antes de promover una "solución" proveniente de un país con desafíos educativos similares.

Un juego de poder disfrazado de innovación educativa

En el fondo, lo que está en juego no es la calidad educativa de los jóvenes porteños, sino una estrategia de imagen y relaciones internacionales que utiliza la educación como herramienta de poder. La implementación de TUMO en Buenos Aires, lejos de ser una solución educativa genuina, parece un intento más de aplicar el soft power a través de un sistema de enseñanza proveniente de una nación que, en términos educativos, aún enfrenta desafíos considerables.

La pregunta que queda es si realmente queremos seguir importando modelos educativos de países con realidades distantes a la nuestra, o si debemos centrarnos en fortalecer nuestro propio sistema educativo, tomando en cuenta nuestras realidades sociales y económicas.

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