
Santiago Abascal dio un paso más en su estrategia para proyectar internacionalmente la visión conservadora de la organización que preside. Este jueves, el líder español presidió la primera reunión del Consejo Asesor Internacional de la Fundación Disenso, una iniciativa que busca articular redes globales entre partidos, intelectuales y dirigentes conservadores de diferentes continentes.
A la reunión asistieron varios miembros del Consejo, como el ex ministro Carlos Bustelo, el periodista Mario Noya, el politólogo Agustín Laje (que se incorporó recientemente al Consejo Asesor Internacional), el eurodiputado Hermann Tertsch, y la diputada en la Asamblea de Madrid, Ana Velasco; y virtualmente el ex ministro brasileño Ernesto Araujo, el periodista Orlando Avendaño, el escritor Enrique García-Máiquez, el analista senior de la Heritage Foundation, Mike González, y el empresario y ex diputado uruguayo, Pablo Viana.
A la reunión han acudido de manera presencial el ex ministro Carlos Bustelo, el periodista @MarioNoyaM, el politólogo @AgustinLaje, el europarlamentario @hermanntertsch, el filósofo @quintanapaz y la diputada en la Asamblea de Madrid, @AnaVelascoV.
— Fundación Disenso (@FDisenso) April 25, 2025
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El objetivo declarado del consejo es defender la libertad, la nación y la soberanía frente a lo que consideran una ofensiva cultural y política del globalismo. Según comunicó la Fundación Disenso, se trata de crear un foro permanente de colaboración para el intercambio de experiencias, el análisis conjunto de desafíos comunes y la coordinación de respuestas compartidas.
Más allá de la declaración de principios, el movimiento representa una pieza clave en la arquitectura internacional del nuevo conservadurismo iberoamericano y europeo. El espacio está vinculado también al Foro de Madrid, una red promovida por Vox para contrarrestar la influencia del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla en América Latina.
La reunión fue descrita como fundacional por los organizadores y marcó un punto de partida para lo que se perfila como una diplomacia paralela de las derechas. Abascal subrayó que la batalla cultural no se gana solo en el Parlamento ni en los medios, sino también en el plano internacional, con aliados que compartan valores y principios.
Desde la Fundación, destacan que se trata de una red en construcción que aspira a influir no solo en los discursos, sino también en las agendas legislativas y en la opinión pública a escala global.