26/04/2025 - Edición Nº809

Internacionales

Una propuesta fuera de lugar

Zelenski busca aliados en Roma… en el peor momento posible

26/04/2025 | La intención del presidente ucraniano de convocar una cumbre internacional en Roma el mismo día del funeral de Francisco es un intento de apropiación simbólica que desconoce el sentido del momento y resta importancia al dolor que sienten los católicos.



Mientras el mundo se prepara para despedir al Papa Francisco en una ceremonia que reunirá a líderes mundiales en la capital italiana, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha propuesto aprovechar la coincidencia para lanzar una cumbre de paz sobre la guerra en su país. La iniciativa ha generado un profundo malestar en ciertos círculos diplomáticos y religiosos.

Lejos de ser vista como un gesto de reconciliación, la propuesta de Kiev ha sido interpretada como una jugada política que intenta eclipsar la dimensión espiritual y ecuménica del evento funerario. El riesgo sin duda es transformar una jornada de recogimiento global en una plataforma de protagonismo político y más aún cuando ha sido tan sentida la muerte del Papa. 

El equipo de Zelenski habría enviado señales a varios mandatarios, incluyendo al presidente estadounidense Donald Trump, para explorar una posible reunión informal paralela al funeral. La diplomacia italiana, sin embargo, se ha mostrado cautelosa, consciente de que mezclar lo sagrado con lo estratégico podría deteriorar la imagen del país como anfitrión neutral.

Más allá de la oportunidad logística, lo que inquieta es el simbolismo de la propuesta: usar la despedida del pontífice como telón de fondo para un evento marcado por divisiones geopolíticas profundas. En un momento en que se esperaba unidad y respeto, la maniobra ha sido interpretada como una falta de sensibilidad y una estrategia forzada que podría restar apoyos a la causa ucraniana en Europa.

La decisión final sobre la posible cumbre aún no ha sido anunciada oficialmente, pero el simple hecho de haber lanzado la idea en este contexto ya ha dejado una impresión incómoda. Zelenski, quien ha sabido moverse con destreza en el tablero internacional, enfrenta ahora una crítica más sutil pero persistente: la de no saber cuándo es mejor guardar silencio.