27/04/2025 - Edición Nº810

Internacionales

Hasta siempre Papa Francisco

Trump, Putin y Xi: lo que el funeral de Francisco reveló del nuevo mapa de poder mundial

26/04/2025 | La ceremonia en la Basílica de San Pedro reunió a líderes de todo el planeta, revelando no solo homenajes, sino también tensiones, ausencias estratégicas y realineamientos diplomáticos.



El funeral del papa Francisco en la Basílica de San Pedro fue mucho más que una despedida religiosa. El evento se transformó en un retrato político global, donde las presencias, ausencias y gestos diplomáticos dibujaron un nuevo mapa de relaciones internacionales.

Entre los presentes destacaron Donald Trump, Emmanuel Macron, Volodimir Zelenski, Keir Starmer y Viktor Orbán, reflejando el peso que América, Europa y sectores emergentes otorgan al Vaticano en el tablero geopolítico. En contraste, figuras como Vladimir Putin, ausente por la orden de arresto internacional en su contra, y Xi Jinping, que delegó su representación, marcaron distancias que no pasaron desapercibidas.

La ceremonia se desarrolló bajo una tensión contenida. Algunos mandatarios aprovecharon la ocasión para breves gestos diplomáticos y saludos formales, mientras otros mantuvieron posturas de distancia estratégica. Más allá de los homenajes oficiales, la muerte de Francisco dejó expuesto el reposicionamiento de fuerzas dentro de la Iglesia y en la arena internacional.

América Latina, con presidentes como Milei presentes, mostró su intención de reforzar su peso simbólico en la relación con el Vaticano. Europa, por su parte, evidenció sus divisiones internas entre los bloques liberal-progresista y nacional-conservador.

La ausencia de China, la distancia de Rusia y los movimientos discretos de potencias medias como India y Brasil en Roma anticipan que la sucesión papal no solo tendrá implicancias espirituales, sino también estratégicas. En la diplomacia mundial, la Santa Sede sigue siendo un actor cuya influencia trasciende credos y fronteras.

El funeral de Francisco no cerró una etapa: abrió un período de alta sensibilidad política donde la elección del nuevo pontífice y los movimientos de las principales potencias serán observados con lupa.