
Dos médicos que se opusieron al traslado de Diego Armando Maradona a su residencia en Tigre declararán este martes ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, en el marco del juicio por la muerte del excapitán de la Selección. Se trata de Diego Dimitroff, director de la Clínica Olivos, y Fernando Villarejo, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva donde el exfutbolista fue intervenido por un hematoma subdural.
Ambos profesionales habían solicitado que Maradona continuara internado en un centro de salud, pero su recomendación fue desoída.Diego fue derivado a una casa en el barrio cerrado San Andrés, en Benavídez, donde falleció el 25 de noviembre de 2020. Ahora, su testimonio podría echar luz sobre una de las decisiones más controvertidas del proceso médico que recibió el exjugador.
“Serán declaraciones técnicas, pero más que nada se centrarían en el tema del traslado a la casa de Tigre porque ellos opinaron que el paciente debía seguir en un centro de salud”, confió una fuente judicial. La afirmación apunta directamente a una posible negligencia al momento de decidir el alta y la modalidad de cuidado posterior.
El juicio por la muerte de Diego busca establecer responsabilidades entre ocho imputados por el delito de homicidio simple con dolo eventual, una figura penal que contempla hasta 25 años de prisión.
Entre los acusados están el neurocirujano Leopoldo Luque, quien fue el médico personal de Maradona y lo operó; la psiquiatra Agustina Cosachov; el psicólogo Carlos Díaz; el enfermero Ricardo Omar Almirón y su superior Mariano Perroni; el clínico Pedro Pablo Di Spagna; y la coordinadora médica de Swiss Medical, Nancy Edith Forlini.
Todos ellos formaron parte del entorno sanitario que asistió (o dejó de asistir) al exfutbolista durante sus últimos días. La acusación sostiene que existió un entramado de desatenciones y malas decisiones médicas que derivaron en el desenlace fatal.
El tribunal deberá determinar si esas acciones configuran dolo eventual, es decir, si los imputados fueron conscientes del riesgo de muerte que corría Maradona y aún así actuaron con indiferencia.
Por fuera de este grupo, la enfermera Dahiana Gisela Madrid, representada por el abogado Rodolfo Baqué, será juzgada por un jurado popular en la segunda parte del año. Su situación procesal fue desdoblada del resto del grupo, aunque forma parte de la misma línea de investigación.
A más de cuatro años del fallecimiento, el juicio busca establecer si Diego Maradona murió por causas naturales o si fue víctima de una cadena de errores médicos evitables. La audiencia de este martes, con las declaraciones de Dimitroff y Villarejo, podría ser clave para responder esa pregunta. Ambos profesionales, desde el inicio, sostuvieron que el astro no debió ser externado.
LN