01/05/2025 - Edición Nº814

Política

Acto Oficial

Karina Milei encabezó un homenaje a los Perros de Guerra de Malvinas

29/04/2025 | El acto se realizó en el Edificio Libertador con la presencia del ministro de Defensa, Luis Petri, en reconocimiento al rol de los canes durante el conflicto bélico.



La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, lideró este lunes un emotivo acto en el Edificio Libertador en homenaje a la agrupación conocida como Perros de Guerra, que prestó servicio durante la Guerra de Malvinas. El evento contó también con la participación del ministro de Defensa, Luis Petri, y autoridades militares.

Durante la ceremonia se destacó la labor de los perros entrenados por las Fuerzas Armadas, que participaron activamente en tareas de patrullaje, detección, rescate y apoyo emocional a los soldados en el frente de combate.

Estos animales, junto a sus guías, formaron parte de un cuerpo especial que, pese a su bajo perfil, cumplió funciones estratégicas en condiciones extremas. 

El homenaje buscó visibilizar y reivindicar el aporte de los Perros de Guerra, cuyo trabajo muchas veces fue olvidado en los relatos oficiales.

La jornada incluyó palabras alusivas, entrega de reconocimientos y un llamado a incorporar su historia en la memoria colectiva sobre el conflicto del Atlántico Sur.

Un poco de historia sobre los perros de Malvinas

El Ejército, al igual que la Armada Argentina, llevaron sus perros tácticos a las islas. Sin embargo, hay un nombre que se destaca cuando hablamos de la Guerra de Malvinas y es el de “Tom”.

Tom, un perro artillero, fue llevado a las islas a escondidas por el Cabo Primero de Ejército, Omar Liborio, y así es como se convirtió en una leyenda. De hecho, existe en la ciudad de Asunción, provincia de Buenos Aires, un monumento oficial en honor a este perrito artillero inaugurado en 2014.

¿Qué lo diferenciaba del resto de los perros tácticos? Tom era un perro callejero que vivía en el Grupo de Artillería 101 del Ejército Argentino. En el momento de subir al camión, el perro se cruzó en el camino de Omar Liborio dos veces haciéndolo tropezar. Fue ahí cuando Liborio, fiel creyente del destino, supo que Tom debía acompañarlo a Malvinas.

En poco tiempo, Tom se ganó el corazón de las tropas, no solo porque era una compañía increíble, sino también porque comenzó a desempeñar tareas fundamentales en el campo, como alertar de los ataques navales británicos. Era el primero en salir a buscar a los soldados que estaban distribuidos en diferentes sectores cuando su intuición le decía que el enemigo se acercaba.

Su valentía y lealtad al Grupo de Artillería 101 fue inmensa: comía, dormía y pasaba el rato con ellos, pero cuando el deber llamaba y el grupo disparaba con su máxima cadencia de fuego, él estaba ahí ladrando sobre una roca al lado del cañón, sin asustarse por los ruidos ensordecedores. Como gran soldado y artillero, no le importaba arriesgar su vida por sus compañeros.

El 11 de junio, Tom se convirtió en un héroe. Cerca de las 11:15, un avión pirata lanzó un feroz ataque contra la posición del Grupo de Artillería 101. Todos, incluido Tom, pudieron cubrirse rápidamente gracias a sus ladridos de alerta. Sin embargo, la segunda pasada del avión fue más violenta y muchos resultaron heridos, entre ellos Tom. Las esquirlas del Sea Harrier lo habían alcanzado y le provocaron una herida de muerte.

FS