03/05/2025 - Edición Nº816

Internacionales

Apagón histórico

Hora Cero: España se queda a oscuras en 5 segundos

30/04/2025 | Una falla dejó sin luz a millones en España y Portugal. Mientras el gobierno español niega un ciberataque, fuentes militares y expertos apuntan a un sabotaje.


por Mikel Viteri


En cuestión de cinco segundos, el corazón eléctrico de España dejó de latir. A las 12:32 (hora central europea) del lunes 28 de abril, una sacudida eléctrica en el corredor Aragón-Cataluña, una de las redes energéticas más críticas del país y principal enlace con Francia, provocó una reacción en cadena que terminó colapsando la red eléctrica nacional. La Península Ibérica, parcialmente extendida al sur de Francia, quedó virtualmente a oscuras. 

El origen: una sacudida en la autopista Aragón-Cataluña

El corredor Aragón-Cataluña concentra tanto generación renovable (solar y eólica) como la limitada interconexión con Francia, que apenas cubre el 3 % de la demanda nacional, lejos del 10 % mínimo recomendado por la Unión Europea. Según fuentes del operador Redeia la “sacudida” fue una brusca oscilación de potencia en ese eje clave. ¿Las posibles causas? Un fallo en los sistemas de protección, una resonancia eléctrica entre inversores de renovables o, como se ha llegado a especular, una orden anómala desde sistemas SCADA (Supervisión, Control y Adquisición de Datos).

El resultado fue inmediato: la interconexión con Francia saltó, dejando a España aislada justo cuando más necesitaba apoyo exterior. La frecuencia de la red, el parámetro que debe mantenerse en 50 Hz para garantizar estabilidad, cayó en picado. Las renovables, sensibles a cualquier variación, se desconectaron en cascada. En menos de cinco segundos, se perdieron 15 GW de potencia, equivalentes al 60 % de la electricidad activa en ese momento. En términos técnicos, se produjo una pérdida total de sincronía: la red dejó de existir como sistema funcional.

Advertencias previas al incidente:

Cinco días antes del apagón, la empresa petrolera Repsol ya había detectado un grave fallo eléctrico que obligó a detener por completo la actividad en su refinería de Cartagena, una de las más importantes del país. La compañía declaró el 24 de abril una “situación de fuerza mayor” tras un apagón repentino registrado el día 22, provocado por un problema “ajeno a la planta” y vinculado al suministro eléctrico externo. Este hecho, que pasó desapercibido para la opinión pública, refleja que ya existían perturbaciones significativas en el sistema energético nacional días antes del colapso general.


La comunicación oficial descarta sabotaje y aumentan las dudas sobre el hecho.  

Mensaje interno de Repsol sobre posibles fallos electricos, incidencia detectada el 22 de abril (6 días antes del incidente)

En el comunicado interno, redactado en inglés y dirigido a sus principales clientes, Repsol explicó que estaba haciendo “esfuerzos razonables” para mitigar los efectos de la parada y suspendía todas las entregas de producto. La coincidencia entre este episodio y la desconexión súbita de 15 gigavatios durante el apagón del 28 de abril ha despertado inquietud entre expertos del sector. Aunque el Gobierno no ha establecido una conexión directa entre ambos eventos, este antecedente refuerza la hipótesis de una debilidad estructural o de una acción planificada que ya estaba en marcha días antes del incidente masivo.

Consecuencias: caos social, económico y político

El impacto fue inmediato y total: trenes detenidos, semáforos apagados, túneles de metro colapsados, hospitales operando con generadores, supermercados vaciados, cajeros fuera de servicio y aeropuertos paralizados. El Ministerio de Transportes confirmó la interrupción de la red de alta velocidad y el cierre temporal de los principales nodos ferroviarios. En Madrid, los bomberos realizaron más de 170 rescates en ascensores.

El presidente español Pedro Snachez pidio calma y serenidad ante la crisis, y ha pedido a las compañias electricas una investigación sobre lo ocurrido. Pero fuentes internas aseguran que por la poca colaboración entre gobierno y empresa, el lider socialista le pidio a su vicepresidenta Sara Aaegesen una auditoria que implica a la Comisión Nacional de Mercados y Competencias.

Portugal, también afectado, declaró el estado de emergencia, aunque su recuperación fue más rápida. "Conseguimos reiniciar el sistema y ahora tenemos un funcionamiento autónomo", declaró el primer ministro portugués Luís Montenegro, quien solicitó una auditoría independiente a la Agencia de Cooperación de la UE para evaluar la resiliencia eléctrica regional, poniendo de manifiesto la desconfianza de Lisboa hacia los argumentos proporcionados por Madrid.

La Comisión Europea, por su parte, anunció que elaborará un informe técnico en seis meses y otro más completo con recomendaciones antes de septiembre de 2026. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, elogió la calma ciudadana y el trabajo de los servicios de emergencia.

Versión oficial contra la opinión de los expertos:

Eduardo Prieto, director de servicios de Redeia, aseguró en rueda de prensa que el apagón no fue producto de un ataque informático:

“Podemos descartar un incidente de ciberseguridad en las instalaciones de Red Eléctrica, en el centro de control”, afirmó.

Sin embargo, fuentes internas del Ejército español han confirmado en condición de anonimato que sí se trató de un ciberataque altamente sofisticado, con indicios de manipulación remota sobre sistemas SCADA. Según estas fuentes, los patrones de variación de potencia observados y la desincronización súbita de los generadores no son compatibles con un fallo técnico espontáneo ni con un simple error humano.

De ser así, estaríamos ante el primer ciberataque exitoso a gran escala contra una infraestructura crítica energética en Europa occidental, lo que elevaría este incidente a una dimensión estratégica, con implicaciones de defensa nacional y de seguridad europea.

Por ahora, esta versión no ha sido confirmada públicamente, pero se encuentra bajo investigación del Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT) y de unidades de inteligencia militar. Algunos expertos aseguran que el origen del supuesto ciberataque procede de grupos de hackeres procedentes del Norte de Africa, destacando a APT-Mor y Sand Cobra como los principales responsables.

Los investigadores de ciberseguridad, trabajando en colaboración con agencias europeas, han rastreado la actividad previa al apagón:

  • Escaneos masivos de puertos industriales en nodos energéticos clave de España y Portugal.

  • Firmas digitales coincidentes con herramientas utilizadas anteriormente por grupos marroquíes.

  • Nodos de origen conectados a infraestructuras VPN situadas en el norte de África.

  • Patrones de ataque similares a los empleados en intrusiones en sectores estratégicos europeos en los últimos cinco años.

Silencio oficial y preocupación creciente:

Hasta el momento, ni el Gobierno de Pedro Sánchez ni Red Eléctrica de España han confirmado oficialmente que el apagón se trate de un ciberataque. Sin embargo, el silencio y la opacidad en las comunicaciones oficiales no han hecho más que aumentar la preocupación pública.

La falta de transparencia recuerda a otros incidentes internacionales donde los gobiernos, temiendo la reacción política y diplomática, optaron por ocultar o minimizar la dimensión real de un ataque cibernético.

Algunos expertos han criticado duramente la inacción preventiva del Gobierno español, que, pese a los informes de aumento de actividad hostil en semanas anteriores, no reforzó los sistemas de defensa digital ni emitió alertas públicas a tiempo.

Además, este incidente pone de manifiesto la creciente poarización entre los españoles, ya que hasta el momento, ninguna autoridad ha asumido responsabilidad de sus actos y la oposición no ha estado a la altura de las circunstancias. Cosa similar ocurrio con el desastre de la DANA en Valencia, en el que los políticos en vez de velar por el interes de los ciudadanos, se dedicaron a atacarse entre si, lamentablemente España ha tenido la peor generación de dirigentes políticos desde su vuelta a la democracia en 1978.

Independientemente del origen, el apagón reveló la vulnerabilidad estructural del sistema eléctrico español:

  • Solo el 3 % de capacidad de intercambio con el exterior.

  • Alta dependencia de renovables sin respaldo estable.

  • El cierre de las centrales nucleares, generó una mayor vulnerabilidad a la red electrica.

  • Insuficiente reserva de inercia física por el cierre de térmicas.

Tres de los cinco grupos hidroeléctricos con capacidad de “arranque en negro” estaban en mantenimiento. Curiosamente, hace varios dias varios embalses se habian llenado por las lluvias,

España tardó casi 10 horas en recuperar apenas el 35–40 % del suministro nacional. A pesar de que el 99 % del país recuperó la energía este martes, la red sigue frágil. Y con ello, la confianza pública.