
Alemania afronta una nueva etapa en su política exterior con la llegada de Johan Wadephul al Ministerio de Relaciones Exteriores, en reemplazo de Annalena Baerbock. Miembro experimentado de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y vicepresidente del bloque parlamentario, Wadephul es conocido por su perfil sobrio, su moderación institucional y su cercanía con las posiciones clásicas del atlantismo europeo. Sin embargo, su nombramiento plantea dudas sobre si podrá consolidar una estrategia exterior sólida dentro de un gobierno cuya cohesión interna sigue en disputa.
La gestión de Baerbock, representante de Los Verdes, imprimió a la diplomacia alemana un enfoque marcadamente ético, priorizando temas como los derechos humanos, la diplomacia feminista y una línea crítica hacia potencias autoritarias. Su perfil, enérgico pero a menudo polarizante, marcó un alejamiento del estilo pragmático que había caracterizado a la diplomacia alemana en décadas anteriores. Wadephul representa, en contraste, una búsqueda de equilibrio: prioriza la cooperación euroatlántica, el diálogo constructivo y una inserción internacional menos ideologizada.
Great and comprehensive meeting with the 🇪🇺 HR/VP @kajakallas. Thank you for the warm reception. We need a strong European voice in the world - this is your devotion. I am very much looking forward to working with you closely on all issues. pic.twitter.com/NPBvB6Z1ad
— Johann Wadephul (@JoWadephul) April 30, 2025
Aun así, el nuevo canciller deberá maniobrar en un contexto de alta exigencia: Alemania enfrenta simultáneamente una prolongada guerra en Ucrania, desafíos estructurales dentro de la Unión Europea, tensiones crecientes con China y una redefinición global del multilateralismo. La política exterior alemana ya no se limita a respaldar el consenso europeo: está cada vez más presionada a liderar, en un momento en el que Berlín atraviesa una crisis de identidad estratégica.
Wadephul ha demostrado firmeza en defensa de Ucrania y en el fortalecimiento de la OTAN, pero su capacidad para equilibrar esta postura con las exigencias diplomáticas y económicas del vínculo con potencias como China o los países del Golfo será decisiva. También deberá gestionar los compromisos adquiridos por su predecesora en materia de cooperación climática y derechos humanos, sin alienar a los socios verdes dentro de la coalición.
Germany’s new designated Federal Minister for Foreign Affairs, Johann Wadephul @JoWadephul, met @SecGenNATO Mark Rutte at #NATO HQ in Brussels today for bilateral talks. 1/2 pic.twitter.com/YwqturS2mY
— Germany at NATO (@GermanyNATO) April 30, 2025
Sectores empresariales ven con buenos ojos su llegada, en especial por su disposición a recomponer puentes con socios tradicionales y su comprensión del impacto geopolítico en la economía. Pero en el plano político, Wadephul enfrenta una tarea aún más delicada: reconstruir una política exterior común dentro de una coalición marcada por visiones contrapuestas, donde ni la CDU ni sus aliados parecen tener, por ahora, una dirección unificada.
Alemania necesita previsibilidad, pero también capacidad de respuesta. Wadephul llega con experiencia, pero con una hoja de ruta que deberá negociar paso a paso. No hay garantías de que su tono moderado logre calmar las turbulencias externas ni internas, pero sí una expectativa compartida de que puede ofrecer una pausa estratégica, un retorno a la diplomacia tradicional en tiempos de incertidumbre. El tiempo dirá si eso será suficiente para mantener a Alemania como un actor coherente y respetado en el escenario global.