
Carolina Cosse es ingeniera, exintendenta de Montevideo y actual vicepresidenta de Uruguay. Con una larga trayectoria en la gestión pública y una impronta marcada por la defensa de lo colectivo, ha sido una figura clave del progresismo uruguayo en los últimos años. En el marco del Foro Mundial de Ciudades y Territorios de Paz —un evento que reúne a líderes locales e internacionales en Montevideo este 2 y 3 de mayo de 2025 para discutir desafíos globales desde el territorio—, Cosse mantuvo un diálogo con la periodista Rosario Castagnet.
Rosario Castagnet: Es un placer para nosotros estar en esta ciudad tan linda, que se parece a Buenos Aires y a Mar del Plata.
Carolina Cosse: Yo soy de Montevideo. Toda mi familia es del interior del país y yo soy la primera montevideana. La quiero mucho, y no soy solo yo la que la quiere, todas y todos la quieren. Montevideo es una capital de relaciones humanas, es hermosa, arbolada, tiene lugares públicos, y sobre todo, tiene gente.
Rosario Castagnet: Yo la veo un poco como la capital de Latinoamérica, porque Montevideo está muy presente en espacios como Mercociudades o el Parlasur. Como alguien que trabaja con relaciones internacionales, Montevideo siempre está a la vista y se potencia tanto desde la Intendencia como desde la Vicepresidencia.
Carolina Cosse: Bueno, es la capital del Uruguay, un país que siempre ha tenido una tradición internacional apegada al derecho internacional. Desde Tabaré Vázquez en adelante, Montevideo ha desplegado una política internacional intensa como ciudad. Las ciudades sirven para construir redes desde el multilateralismo. A veces hay temas que ni siquiera están en la agenda nacional, pero las ciudades se sientan en la misma mesa, tejen redes, trabajan temas en común, hacen proyectos juntos y aprenden unas de otras, sinceramente.
Rosario Castagnet: Rompieron muchos protocolos, porque antes eran las naciones las que se ocupaban de estos temas. Yo soy de La Plata, pero las ciudades también tienen historia, patrimonio y capacidad de colaborar.
Carolina Cosse: Sí, yo creo que hay un dicho que dice: "Una vez alcalde, siempre alcalde". No por no serlo dejé de estar convencida de la importancia de Montevideo en la escena internacional. Se establecen redes, se intercambia mucho. Durante la pandemia participé muchísimo en actividades por Zoom. Aprendimos mucho de otros lugares en términos de territorio y salud. Y eso, la gente lo reconoció.
Rosario Castagnet: En un momento en el que todos los días nos levantamos con temas internacionales en la agenda, ¿cómo se maneja ese cambio constante? Lo digo por el caso de Argentina, donde hubo un cambio de postura hacia Rusia con la llegada de Trump. La geopolítica está en permanente movimiento. Hay situaciones muy complicadas como las de Turquía o Israel, y no es fácil sostener un foro que hable de paz en este contexto.
Carolina Cosse: Es una gran alegría. El mundo es un lugar difícil, y en esa gran dificultad, a mí me gusta estar cada vez más en lo local, porque es ahí, al lado de la gente, donde las cosas suceden. Ahí se dan los dramas, pero también surgen las soluciones.
Rosario Castagnet: ¿Cómo ve el tema del Mercosur? ¿Desde la Vicepresidencia va a involucrarse en asuntos internacionales?
Carolina Cosse: Me quieren involucrar. Desde que asumimos, hubo mensajes de ausencias y de presencias. Yo siempre voy a cooperar para defender a Uruguay, y siempre voy a estar en el camino de unir. Estoy orgullosa de nuestra tradición conversadora. He logrado consensos y siempre voy a tratar de aportar, aunque sea poco.
Rosario Castagnet: Gracias, porque desde las relaciones internacionales —e incluso desde Mercociudades— lograron potenciar enormemente y dar voz a muchos territorios que antes no la tenían.
Carolina Cosse: Gracias a ustedes.
Durante el Foro Mundial de Ciudades y Territorios de Paz, Carolina Cosse no solo reafirmó su compromiso con la cooperación entre gobiernos locales, sino que transmitió una visión profundamente arraigada en el poder transformador de lo cercano. En un contexto internacional marcado por la incertidumbre, la fragmentación política y los conflictos, su apuesta por lo local se presentó no como una retirada del mundo, sino como una estrategia de intervención inteligente desde abajo.
Cosse defendió el rol de Montevideo como ciudad activa en la escena internacional, impulsora de redes de trabajo, intercambio de conocimientos y diplomacia descentralizada. Su mensaje fue claro: frente al desencanto global, las ciudades deben asumir protagonismo, escucharse mutuamente y proyectar soluciones desde la proximidad con la ciudadanía. Con voz serena, pero ideas firmes, dejó en claro que la paz también se construye desde los barrios, desde los vínculos cotidianos, desde el compromiso público.
En tiempos donde los consensos parecen quebrarse con facilidad, su reflexión final -en la que subrayó la importancia de mantener abierta la puerta del diálogo- actuó como recordatorio de que el verdadero liderazgo no se mide solo por la escala, sino por la coherencia entre palabra, territorio y acción.