04/05/2025 - Edición Nº817

Internacionales

COBERTURA EXCLUSIVA

Antoni Montseny Domenech: “La paz se construye en lo cotidiano, desde lo municipal”

03/05/2025 | En diálogo con Rosario Castagnet el director de Relaciones Internacionales de la Diputación de Barcelona reflexionó sobre la cooperación entre territorios.



En el marco del Quinto Foro Internacional de Ciudades y Territorios de Paz celebrado en Montevideo, diversas figuras del ámbito municipal global se reunieron para compartir experiencias, reflexionar sobre la construcción de paz desde lo local y reafirmar el rol protagónico de los gobiernos territoriales en la gestión de conflictos. Entre ellas, destaca la participación de Antoni Montseny Domenech, director de Relaciones Internacionales de la Diputación de Barcelona, quien dialogó con la periodista Rosario Castagnet sobre las claves de una política exterior descentralizada, el vínculo histórico con América Latina y las políticas públicas que buscan transformar las violencias estructurales desde la raíz.

Entrevista:

Rosario Castagnet: Antoni, gracias por recibirnos. Para comenzar, ¿qué significa representar a la Diputación de Barcelona en este foro?

- Antoni Montseny Domenech: Este foro nació como una iniciativa para trabajar el tema de las violencias en las ciudades. La primera edición fue impulsada por la alcaldesa de Madrid y, desde entonces, se convirtió en un evento itinerante. Las ciudades se fueron pasando el testimonio y hoy estamos en Montevideo. La Diputación de Barcelona gobierna 311 municipios, así que venimos con una representación territorial amplia y una mirada construida desde lo local. Nuestra participación responde a ese compromiso permanente con el abordaje de los conflictos urbanos y los procesos de paz desde una dimensión comunitaria.

Rosario Castagnet: ¿Qué rol juega la política internacional desde una institución provincial como la suya?

- Antoni Montseny Domenech: Tradicionalmente, se entendía que la política internacional era competencia exclusiva de los Estados. Pero las ciudades, y en nuestro caso una provincia, tienen relaciones vivas con el exterior. En Barcelona, esa mirada internacional siempre estuvo muy ligada a América Latina, por vínculos históricos, culturales y de migración. Lo que ocurre en los municipios es clave: es allí donde las personas llegan, viven y se integran. Por eso necesitamos reconocer el contexto de origen de esas personas y construir estructuras locales que acompañen esos procesos.

Rosario Castagnet: ¿Cuál es el enfoque principal de la Diputación en esta edición del foro?

- Antoni Montseny Domenech: Queremos trabajar especialmente sobre las violencias que atraviesan a las mujeres. Hay una visibilización creciente sobre este tema. Siempre existió, pero ahora se habla más. Y no solo se trata de violencia física. También hay violencias estructurales: la sobrecarga en el cuidado de familiares, la invisibilización del trabajo doméstico, la culpa permanente. Culturalmente se ha feminizado ese rol y eso impacta directamente en la autonomía económica de las mujeres. Lo vemos, por ejemplo, en la baja participación femenina en el mercado laboral.

Rosario Castagnet: ¿Qué políticas públicas han implementado para enfrentar eso?

- Antoni Montseny Domenech: Tenemos programas de respiro familiar para que mujeres que cuidan personas dependientes puedan descansar durante un tiempo sin dejar de garantizar el cuidado. En vez de institucionalizar a esa persona, la asistimos con profesionales en el propio hogar. También desarrollamos dispositivos electrónicos para que personas mayores o dependientes puedan activar ayuda inmediata ante cualquier problema. Es una forma de cuidar a quien cuida. Y eso, a su vez, construye paz.

Rosario Castagnet: ¿Por qué vincula directamente el tema de los cuidados con la paz?

- Antoni Montseny Domenech: Porque si hay desequilibrio en los vínculos cotidianos, no puede haber paz. La violencia estructural dentro de los hogares es la base de muchas otras violencias sociales. Necesitamos intervenir ahí. La mujer cuidadora sin apoyo vive en tensión permanente, con una mochila que limita su desarrollo. Y eso, aunque no siempre se perciba como violencia, también lo es.

Rosario Castagnet: En ese sentido, recordaba una frase del Papa Francisco sobre cómo las mujeres resuelven los conflictos de otro modo. ¿Qué opina?

- Antoni Montseny Domenech: Es cierto que muchas veces las mujeres asumen el rol de cuidadoras como si fuese parte del “paquete cultural” que les toca. Y eso es injusto. Hay que reconocer ese rol, pero también redistribuirlo. A veces la solución está en pequeñas políticas públicas que devuelven tiempo y autonomía. Hay una parte estructural, pero también hay mucho por hacer desde lo práctico.

Rosario Castagnet: ¿Cómo sigue el trabajo de cooperación entre territorios?

- Antoni Montseny Domenech: Nuestra intención es continuar fortaleciendo redes. Esta conversación podría seguir en Barcelona, o por Zoom, pero lo importante es que no quede solo en palabras. Los gobiernos locales tienen mucho para decir y para hacer cuando se trata de construir paz desde lo cotidiano.


Antoni Montseny Domenech participa como panelista en el Foro Internacional de Ciudades por la Paz en Montevideo.

La política que transforma desde lo cotidiano

La intervención de Antoni Montseny en Montevideo refleja una mirada estratégica y humanista sobre la gobernanza local. Su defensa de la diplomacia de ciudades no es retórica: pone en valor los vínculos históricos con América Latina, plantea la necesidad de adaptar políticas públicas a contextos multiculturales y entiende la cooperación como un proceso horizontal.

El enfoque sobre la violencia estructural de género también marca una diferencia. Montseny no se limita a denunciar, sino que propone soluciones concretas que ya están en marcha, como los programas de respiro para cuidadoras o los botones electrónicos de asistencia. El discurso se aleja de lo declamativo y se orienta a lo operativo.

En un contexto global marcado por crisis múltiples, su intervención sugiere que las respuestas más sostenibles pueden surgir desde lo local, si las ciudades asumen un papel más protagónico en la transformación social. Esta visión, que valora lo cercano sin caer en localismos, ofrece una hoja de ruta práctica para quienes entienden que la paz no se decreta: se cuida, se piensa y se construye cada día.

Esa mirada también atravesó la conversación entre Rosario Castagnet y Antoni Montseny, que dejó algo más que respuestas formales. Fue una invitación a observar con más detalle las violencias silenciosas que habitan lo cotidiano, y a reconocer el rol vital —y a menudo invisibilizado— de las mujeres en los espacios de cuidado. Con sensibilidad, claridad y convicción, Montseny propuso acciones posibles que dignifican la vida. Y en ese gesto, pequeño pero persistente, se condensa quizás la definición más concreta de lo que significa construir paz.