
por Nicolás Poggi
El peronismo y La Libertad Avanza (LLA), como los dos grandes protagonistas del campo político, parecen moverse en tiempos distintos. Mientras el gobernador bonaerense Axel Kicillof se prueba prematuramente el traje de candidato presidencial, en una apuesta a superar la interna con el kirchnerismo, los libertarios se preparan para diseminar listas propias en todos los distritos de la provincia.
Pasó desapercibida pero fue una jugada de peso simbólico: el miércoles pasado, tras la movilización por el Día del Trabajador, la CGT recibió a Kicillof en la sede de Azopardo. Se había dicho que la convocatoria era a todos los gobernadores del peronismo, pero en los hechos fue solo el bonaerense.
“Como consecuencia de las políticas económicas del Gobierno nacional, el tejido productivo de nuestra provincia está empezando a tener graves problemas", advirtió el mandatario en esa reunión, ante la atenta mirada de los sindicalistas, a la vez que puso el énfasis en el riesgo que corre “el trabajo, el salario, las jubilaciones y la industria” producto del ajuste libertario.
El mitin con los jefes sindicales sirvió como respaldo del movimiento obrero a la figura de gobernador en medio de la interna con el kirchnerismo por el control del aparato, a la vez que le sirvió al propio Kicillof para proyectarse con la mirada puesta en 2027.
Claro, el gobernador les devolvió el gesto y, en esa reunión, dijo que el movimiento obrero tiene que ser el “punto de partida para ponerle freno” a Javier Milei.
¿Y los libertarios? Sin estar exentos de su propia interna, y pese a su discusión abierta con el PRO ante la posibilidad de sellar una alianza en la provincia, el mileísmo está abocado a sembrar de listas legislativas y de concejales los 135 municipios de la Provincia. A esa misión se dedica por estos días Sebastián Pareja, el armador bonaerense de LLA que reporta directamente a Karina Milei.
A diferencia del peronismo, en las filas libertarias parecen estar más enfocados en hacer un buen desempeño en estas elecciones para disputar la conducción de los municipios en 2017.
Eso explica la participación de emergentes como Nicolás Scioli, exfuncionario bonaerense durante la gestión de su hermano Daniel y actual aspirante a candidato de LLA en Tigre, donde apuesta a convertirse en concejal, primero, y en intendente, después. El dirigente inauguró la semana pasada un local partidario y se prepara para militar activamente en ese territorio.
A la vez, LLA tiene por definir en la Provincia no solo su alianza con dirigentes del PRO, que necesitan de los libertarios más que los libertarios a ellos, sino también con un sector del radicalismo “pragmático” que quiere sumarse al tren de Milei, como ya contó este portal. Eso tal vez explique la resistencia de un viejo cacique como Federico Storani, que en las últimas semanas se reunió con Kicillof para explorar la posibilidad de armar un "frente grande". Todo tiene que ver con todo.