04/05/2025 - Edición Nº817

Internacionales

COBERTURA EXCLUSIVA

Ciudades cuidadoras o retroceso conservador: el llamado urgente de Ana Falú

03/05/2025 | La arquitecta y activista feminista llamó a repensar la organización social desde una perspectiva de cuidados, justicia territorial e igualdad.



El discurso de Ana Falú conecta distintas capas de lectura: una crítica estructural al modelo patriarcal, una urgencia política frente a la avanzada conservadora y una apuesta por el territorio como escenario concreto de transformación. La noción de cuidado no aparece aquí como un gesto afectivo o privado, sino como una categoría de análisis y acción que redefine la ciudadanía, la planificación urbana y la justicia social.

Uno de los ejes más poderosos del discurso es la denuncia de un sujeto político universal que ha guiado históricamente el diseño de las políticas públicas: varón, blanco, joven, productivo. Al desmontar esa figura, Falú no sólo reivindica a las mujeres como protagonistas sociales, sino que llama a diseñar políticas desde la diversidad y la interdependencia. Este enfoque feminista e interseccional exige pensar desde las márgenes: desde los barrios periféricos, desde las mujeres empobrecidas, desde las economías populares y los territorios fragmentados.

En la tradición del feminismo latinoamericano, su mirada es profundamente territorial. El barrio aparece como el escenario de las redes, de la reciprocidad y del tejido social, en contraposición con una ciudad productiva y masculinizada. Allí es donde emergen las redes de cuidados comunitarios, y donde se enfrentan de manera más visible las carencias estructurales: acceso al agua, movilidad, seguridad, servicios básicos. Falú enfatiza que, sin una política pública con enfoque de cuidados, esas tareas invisibles continúan recayendo desproporcionadamente sobre las mujeres.

Además, su intervención resalta un punto central: el riesgo de retrocesos. Sin legislación ni institucionalidad sólida, los avances pueden revertirse rápidamente, especialmente frente al avance de fuerzas conservadoras que buscan reinstaurar el rol doméstico y subordinado de las mujeres. En ese contexto, hablar de cuidados es un acto profundamente político, una defensa de derechos adquiridos y una apuesta por sociedades más justas y sostenibles.

La Agenda Local de Cuidados no es un accesorio de gestión: es, según Falú, una herramienta estratégica para reorganizar la vida urbana en torno al bienestar, la sostenibilidad y la equidad. Implica producir conocimiento situado, generar diagnósticos precisos, articular distintos niveles de gobierno y, sobre todo, reconocer que el cuidado es un bien colectivo y una responsabilidad compartida. Pensar ciudades cuidadoras es, en definitiva, pensar en otra manera de vivir.

Discurso completo:

Vamos ahora con Ana Falú, directora de SICSA, consultora senior de ONU Mujeres. No creo que necesite mucha más presentación, Ana, con esa larga trayectoria en estos temas. Obviamente que también es una palabra autorizada y le hemos pedido justamente reflexionar desde esa mirada feminista, interseccional y comunitaria. Justamente, ¿qué aprendizaje nos deja esto de la planificación territorial feminista para avanzar en ciudades cuidadoras? Y justamente, ¿de qué hablamos cuando hablamos de esta Agenda Local de Cuidado? Ana, tienes tres minutos.

Jorge, gracias. Muchas gracias. Ya sé que tengo tres minutos y dos segundos, pero voy a tratar. Vos sabés que nosotras las norteñas de Argentina somos las guerras, pero voy a tratar, voy a hacer el esfuerzo. Este panel es un lujo, gracias Intendente, gracias Cecilia, gracias Toni por todo esto, Lautaro, y por supuesto acá Pau, que es mucha placer, y todo ese aprendizaje. Creo que es importantísimo estar acá aprendiendo las unas de los otros y visualizando.

Yo creo que estamos ante una gran revolución, creo que hay que decirlo. Hablar de los cuidados creo que es la mayor revolución, más que la tecnológica, que todas las otras convergen, ¿no es cierto? Y hay que ver cómo van a contribuir, de qué manera, pero la revolución que se ha instalado con el tema de los cuidados en el conjunto de la humanidad es impresionante, porque estamos interpelando a la organización social del patriarcado en el mundo entero, algo que se naturalizó por milenios, por cientos de años, como lo que debía ser. Las mujeres cuidadoras, las mujeres en la reproducción y los hombres productivos, los hombres... y todo lo que ya sabemos, no voy a entrar en esto. Pero quiero decir que esto demanda, como bien lo dice Emilia Sainz, de un nuevo contrato social. Necesitamos un nuevo contrato social, que tenemos que pergeniarlo entre todas y todos y va a depender de cada condición y cada momento de los territorios en los que habitamos.

Y sin duda, como acaba de decirlo Paula, necesitamos las distintas jerarquías de gobierno, necesitamos los planes nacionales de cuidado, necesitamos las legislaciones. Hablábamos con Patricia Cosani ayer y decíamos, si no hay ley y no hay normativa, ¿pueden desbaratarlo todo en un minuto? Y estamos frente a fuerzas conservadoras en el mundo y en la región que están realmente cuestionando estos avances y nos están interpelando porque en realidad lo que quieren es que las mujeres volvamos a la casa. Estamos molestando mucho y vamos a seguir molestando por suerte, ¿no?

Entonces, creo que lo que está interpelando no es sólo el patriarcado, sino el mirar las políticas desde una visión androcéntrica, que es decir, que es lo que hasta ahora sucede. Por eso digo esto revolucionario, en donde estamos pensando las políticas se pasa un sujeto universal, que es masculino, pero no es cualquier masculino. Es un hombre blanco, joven, heterosexual y productivo, que deja a muchos varones por fuera, a muchísimos. No sé el porcentaje, va a depender de cada sociedad, pero seguro deja a casi todas las mujeres por fuera. La política no está pensada desde la diversidad de los sujetos sociales.


Ana María Falú es una arquitecta argentina, académica y activista social por los derechos humanos y por los derechos de las mujeres.

Y yo creo que cuando abordamos el tema de los cuidados, tenemos justamente lo que nos trajo Paula. Conocer, producir conocimiento es fundamental. Tener diagnósticos, saber dónde están las mujeres, quiénes son. ¿Y por qué esto es tan central? Sobre todo para una sociedad como la latinoamericana, una sociedad de desigualdades obscenas. Porque no es igual cuidar en los sectores educados, de las clases medias para arriba, que en los sectores extensos de la pobreza de nuestra América Latina.

Y la veo a Mayra hacer así, porque me imagino los problemas en el gran Buenos Aires, o en el gran Montevideo, o en el gran Quito, o en cualquiera de nuestras ciudades, de nuestra América Latina. Ciudades extensas, ciudades fragmentadas, ciudades en donde hay carencias de servicio, carencias de esenciales. No hay servicios, no hay seguridad, no hay movilidad, no hay transporte, y todo esto se intersecciona cuando queremos hablar del cuidado. Porque el cuidado es un concepto polisémico. No es sólo cuidar la infancia y los adultos mayores. Aquellos que tienen dependencia, lo dijo muy claramente quien me presentó esa palabra en este diálogo, ¿sí? Sino aquellos que tienen dependencia, aquellas personas. Pero no es sólo eso, es el medio ambiente. ¿Quién cuida el agua? Pregúntense por un segundo, ¿quién cuida el agua? ¿Quién, cuando hay carencia de agua, gestiona el agua? ¿Y saben cuántas para los alimentos, cuántas para la higiene, cuántas para el animal doméstico? Y va regulando el consumo del agua porque es una carencia de un bien imprescindible y básico.

Fíjense cuántas complicaciones e intersecciones tiene este tema complejísimo. Y el gobierno local es el que tiene que resolverlo. ¿Saben quién tiene que resolverlo? ¿Quién recibe la demanda? El gobierno local, el que esté en los territorios, en estos territorios de desigualdad, de distintos estados. Y el barrio, lo dijo, me encantó, Paula, escuchar, el barrio es lo que parece incluso más femenino que la ciudad. ¿No? Porque la ciudad es productiva, es más masculina en el concepto, en cómo la imaginamos. El barrio es el lugar donde se tejen los nudos, los vínculos, las relaciones y las identidades, las subjetividades. Y es donde están, donde esta demanda del cuidado tiene lugar, es donde se crean las redes. ¿Y saben quiénes cuidan en América Latina? Las mujeres, en las comunidades.

 

Relacionadas
Más Noticias