06/05/2025 - Edición Nº819

Internacionales

Día de la Juventud

Xi Jinping y el rol de la juventud china en la modernización nacional

04/05/2025 | En el marco del 4 de mayo, Día de la Juventud en China, el presidente Xi Jinping envió un mensaje a los jóvenes del país.



El mensaje de Xi Jinping por el Día de la Juventud 2025 no fue una mera felicitación institucional, sino un gesto cuidadosamente calculado para consolidar el papel estratégico de la juventud en el proyecto de modernización nacional liderado por el Partido Comunista Chino. A través de una carta dirigida a un grupo de maestros voluntarios en Karajol, una localidad fronteriza de Xinjiang, Xi no solo destacó el compromiso de los jóvenes educadores, sino que también proyectó una visión de país en la que la juventud es protagonista operativa, disciplinada y profundamente patriótica.

La elección de Xinjiang como epicentro simbólico del mensaje no fue casual. En una región marcada por tensiones étnicas y críticas internacionales, Xi reposiciona la narrativa desde la unidad nacional y el esfuerzo colectivo. Los jóvenes voluntarios, al enseñar en zonas remotas, se transforman en portadores del mensaje de cohesión y control territorial que el gobierno desea proyectar.

Con un lenguaje reiterativo y cuidadosamente seleccionado —"ideales firmes", "convicciones", "patriotismo", "responsabilidad"— Xi refuerza el mensaje de que la juventud no debe desviarse, sino alinearse. Se le asigna un rol funcional, no disruptivo, en la maquinaria estatal. Este llamado no solo es pedagógico, sino ideológico: se espera de los jóvenes que contribuyan activamente, no desde la crítica, sino desde la obediencia y el compromiso con el modelo de desarrollo chino.

El presidente también destacó el papel de la Liga de la Juventud Comunista como brazo formador y disciplinador. Las organizaciones del Partido, sostuvo, deben redoblar esfuerzos para guiar ideológicamente a los jóvenes en el cumplimiento de sus "misiones históricas". La juventud no es, en esta visión, un espacio de incertidumbre o creatividad desbordada, sino una garantía ideológica al servicio del Estado.

En un contexto internacional en el que China enfrenta crecientes tensiones con Occidente, el discurso también tiene una arista geopolítica: frente a las críticas externas, Xi responde con cohesión interna. La juventud debe ser leal, preparada y movilizable. El elogio al voluntariado en zonas rurales no es solo una exaltación moral, sino un mensaje de orden: allí donde el Estado necesita presencia, la juventud debe estar.

Reactivar el espíritu del Movimiento del 4 de Mayo de 1919, origen simbólico del Día de la Juventud, también forma parte del relato. Si en 1919 los jóvenes se alzaron en protesta contra las humillaciones extranjeras, en 2025 el presidente chino los convoca a defender el proyecto nacional desde la disciplina y la acción organizada. Es una transición significativa: del estudiante rebelde al servidor del Estado.


Graduados de la Universidad de Arquitectura y Tecnología de Xi´an posan para una foto de grupo frente a la Puerta de Yongning de Xi´an, capital de la noroccidental provincia china de Shaanxi, el 25 de junio de 2019. (Xinhua/Liu Xiao).

En su mensaje, Xi Jinping instó a los jóvenes a mantener firmes sus ideales y convicciones, a cultivar un profundo sentido de patriotismo, a perfeccionar sus habilidades y a desempeñar un papel activo en la modernización del país. También elogió a quienes han elegido servir como voluntarios en regiones occidentales y rurales, destacando su compromiso, su sentido de responsabilidad y su dedicación al pueblo chino. Estas palabras, lejos de ser meramente retóricas, refuerzan la visión de una juventud al servicio directo del proyecto nacional impulsado por el Partido.

El discurso de Xi Jinping es, en el fondo, una reafirmación del modelo de desarrollo político que China viene consolidando en las últimas décadas. Más allá de los gestos simbólicos y los llamados emotivos, el mensaje transmite una línea clara: el futuro del país se construye desde la disciplina, la doctrina y una juventud cohesionada en torno al Partido. Frente a los cambios globales, el gobierno chino no apuesta por una juventud irreverente o contestataria, sino por una generación que ejecute con convicción las directrices del modelo nacional. En esa visión, el rol de los jóvenes no es el de cuestionar, sino el de sostener con responsabilidad y lealtad el rumbo trazado desde el poder central.