
Anthony Albanese ha sido reelecto como primer ministro de Australia tras una victoria sólida del Partido Laborista en las elecciones generales celebradas este fin de semana. Más allá del resultado, el voto australiano refleja una tendencia más profunda: el viraje progresista sostenido del país, en contraste con las olas conservadoras que predominan en otras democracias occidentales.
Con una mayoría ampliada en la Cámara de Representantes y avances significativos en el Senado, el oficialismo no solo logró retener el poder, sino también reforzar su margen de acción política. Albanese, quien asumió en 2022 tras una histórica victoria contra la coalición conservadora, ha consolidado su liderazgo con un discurso centrado en la equidad social, la acción climática y la reconciliación con los pueblos originarios.
Thank you, Australia. pic.twitter.com/GTjL6QwPzV
— Anthony Albanese (@AlboMP) May 3, 2025
Uno de los pilares de su nuevo mandato será volver a impulsar el referéndum sobre la "Voice to Parliament", un órgano consultivo para las comunidades aborígenes que fue rechazado meses atrás. El primer ministro anunció que buscará nuevos consensos para avanzar en políticas de inclusión y reparación histórica, conscientes de que la agenda indígena sigue siendo una deuda pendiente para la democracia australiana.
En materia económica, Albanese capitalizó la estabilidad alcanzada tras los años más turbulentos de la pandemia. Con bajos niveles de desempleo, crecimiento moderado y un enfoque pragmático ante la inflación, su gobierno se presenta como una garantía de previsibilidad. Esto fue clave para captar sectores de clase media urbana que, en elecciones anteriores, oscilaron entre laborismo y liberalismo.
En el plano internacional, la continuidad de Albanese asegura que Australia seguirá afianzando su rol como actor estratégico en la región del Indo-Pacífico, con una política exterior que busca equilibrar su histórica alianza con Estados Unidos con una apertura pragmática hacia China. También se espera que refuerce los compromisos ambientales asumidos ante Naciones Unidas y promueva una diplomacia climática activa.
Congratulations, dear Prime Minister @AlboMP, on your re-election. In the face of global challenges, Australia and France have so much to achieve together — especially in the Indo-Pacific. Let us continue to write, with ambition and friendship, the new chapter of our partnership. pic.twitter.com/wpeCjRAvDs
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) May 3, 2025
La victoria del Partido Laborista no fue simplemente un voto de confianza, sino también una señal de que una parte creciente del electorado australiano apuesta por una política de centroizquierda con capacidad de gestión. En tiempos de polarización global, Australia parece ensayar otro camino: el del progresismo moderado, sustentado en resultados concretos y una visión inclusiva del futuro.
Anthony Albanese encara ahora un segundo mandato con mayor poder, mayores expectativas y también mayores desafíos. Su liderazgo, afianzado en las urnas, será clave para definir si Australia puede transformarse en un faro regional de estabilidad democrática con rostro progresista.