
por Fede Carestía
Desde su inicio en 2008, el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) ha evolucionado a lo largo de 17 años, estructurado en cinco fases que han dado vida a decenas de películas y series. En este vasto panorama, solo dos actores han logrado una hazaña notable: estar presentes en todas las fases del MCU.
Sebastian Stan, es uno de ellos. Debutó en la Fase 1 con Captain America: El primer vengador (2011), donde interpretó a Bucky Barnes, el leal amigo de Steve Rogers. En la Fase 2, su personaje tomó un giro oscuro en Captain America y el soldado del invierno (2014), regresando como el Soldado de Invierno, un asesino bajo el control de Hydra. La Fase 3 lo vio en múltiples proyectos: un cameo en Ant-Man (2015), un papel central en Captain America: Civil War (2016), una breve aparición en Pantera Negra (2018), y participaciones clave en Avengers: Infinity War (2018) y Avengers: Endgame (2019). En la Fase 4, Stan protagonizó la serie Falcon y el Soldado del invierno (2021). Finalmente, en la Fase 5, reomtó su rol en Thunderbolts* (ayer rebautizada como The New Avengers).
Por su parte, Tom Hiddleston ha encarnado a Loki, el dios del engaño, con una presencia igualmente constante. En la Fase 1, apareció en Thor (2011) y The Avengers (2012), estableciendo a Loki como un villano memorable. En la Fase 2, regresó en Thor: Un mundo oscuro (2013), profundizando en su compleja relación con Thor. La Fase 3 incluyó Thor: Ragnarok (2017), Avengers: Infinity War (2018) y Avengers: Endgame (2019). En la Fase 4, Hiddleston lideró Loki: Temporada 1 (2021), explorando una variante del personaje en una narrativa multiversal, que luego consolidó en la Fase 5, con Loki: Temporada 2 (2023).
La longevidad de Stan y Hiddleston en el MCU no solo refleja la versatilidad de sus personajes, sino también su capacidad para adaptarse a las cambiantes narrativas de la franquicia. Mientras Bucky ha evolucionado de amigo leal a antihéroe redimido, Loki ha transitado entre villano, aliado y héroe trágico.