
La Legislatura de la provincia de Buenos Aires avanza este miércoles con un proyecto clave que busca otorgar alivio financiero a los municipios bonaerenses. Se trata de una propuesta que condona las deudas que los distritos contrajeron con la provincia en el marco de la pandemia de COVID-19, y que cuenta con el respaldo del gobernador Axel Kicillof.
El texto se debate hoy en la Cámara de Diputados y contempla la condonación de obligaciones asociadas al Fondo Especial de Emergencia Sanitaria —creado en 2020— y al Fondo de Asignaciones Extraordinarias Salariales, vigente desde 2023. Ambos mecanismos fueron implementados para sostener las arcas municipales durante la crisis sanitaria y económica.
Según cifras oficiales, la deuda total de los municipios con el Ejecutivo provincial asciende a 7.900 millones de pesos.
El proyecto cuenta con respaldo transversal: fue impulsado inicialmente por Diego Garciarena (UCR), pero terminó unificando iniciativas de varios espacios, como Juan De Jesús y Berenice Latorre de Caro (UxP), Valentín Miranda (UCR) y Matías Ranzini (PRO).
La iniciativa ya pasó por las comisiones de Asuntos Municipales, Legislación General y Presupuesto, lideradas por los diputados Avelino Zurro, Rubén Eslaiman y Juan De Jesús.
En paralelo, un grupo de intendentes del conurbano viene presionando para acelerar el tratamiento del proyecto. En las últimas semanas, mantuvieron una reunión clave con Kicillof y el ministro de Economía, Pablo López, para reclamar un gesto concreto ante las restricciones presupuestarias locales.
“Gracias al gobernador Kicillof y al bloque de legisladores de Unión por la Patria por impulsar la derogación de la devolución del Fondo COVID. Un nuevo esfuerzo del Ejecutivo en favor de las y los bonaerenses”, publicó días atrás el intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini.
Participaron del encuentro referentes como Mayra Mendoza (Quilmes), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Gustavo Menéndez (Merlo) y Mariel Fernández (Moreno).
El salvataje, de concretarse, representaría una inyección de oxígeno fiscal para los municipios, en un contexto marcado por la caída de la recaudación y la reducción de transferencias nacionales.