
por Nicolás Poggi
El PRO se presentará a las elecciones porteñas del 18 de mayo acaso en el momento de mayor debilidad política de su historia. Caída Ficha Limpia, que era la bandera de campaña de la candidata Silvia Lospennato, al partido amarillo no le quedan garantías para ofrecer a una sociedad que ya pareciera estar mirando para otro lado.
A eso se suma el salto de dirigentes que pertenecieron a la fuerza de Mauricio Macri y que hoy ya militan oficialmente para La Libertad Avanza (LLA), en una saga que inició el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y siguió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que durante el ciclo político anterior supo ser presidenta del partido.
Por lo bajo, otros dirigentes bonaerenses como Cristian Ritondo y Diego Santilli hacen hasta lo imposible por fusionarse con los libertarios para competir contra el kirchnerismo en ese distrito, incluso desoyendo las órdenes del propio Mauricio Macri que reclama un acuerdo “de partidos” y no de dirigentes.
Pero el propio armador libertario Sebastián Pareja le puso palabras a ese estado de situación: dijo que muchos dirigentes amarillos no fueron comprados sino que estaban “regalados”.
— PRO (@proargentina) May 8, 2025
Lo cierto es que, después de 25 años, y luego de haber capitaneado la experiencia del gobierno ciclo 2015-2019, el PRO atraviesa su primera crisis de supervivencia: sin Ficha Limpia, con una gestión deslucida de Jorge Macri en la Ciudad, en medio de una diáspora de dirigentes que se van a LLA y ante un electorado “derechizado” al que hace lo imposible por volver a seducir después de que la mayoría de esos votantes optaran por el modelo de Javier Milei.
En esas condiciones llega a las elecciones para legisladores porteños, en el distrito que lo vio nacer y donde gobierna ininterrumpidamente desde 2007, primero con el propio Macri y luego con Horadio Rodríguez Larreta, otro dirigente que hoy está afuera.
Claro que, asumido el golpe tras la frustración legislativa por Ficha Limpia –que la propia Lospennato ayudó a redactar–, el PRO podría apostar a “volver a las fuentes” para diferenciarse de LLA. Pero el tiempo apremia y ese escenario se torna más complejo.