
León XIII, nacido Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci (2 de marzo de 1810 – 20 de julio de 1903), fue el 256º papa de la Iglesia Católica, ocupando el pontificado desde el 20 de febrero de 1878 hasta su muerte. Su papado, de 25 años, fue uno de los más largos de la historia y se destacó por su esfuerzo en reconciliar la Iglesia con la modernidad, abordando los desafíos del mundo industrial, las ideologías emergentes como el socialismo y el liberalismo, y la pérdida del poder temporal del papado. Es especialmente conocido por su encíclica Rerum Novarum (1891), considerada la piedra angular de la Doctrina Social de la Iglesia.
Vincenzo Pecci nació en Carpineto Romano, una localidad en los Estados Pontificios (actual región de Lacio, Italia), en el seno de una familia noble pero no particularmente rica. Fue el sexto de siete hijos de Ludovico Pecci y Anna Prosperi Buzzi. Desde joven mostró una inteligencia notable y una inclinación hacia los estudios. A los ocho años ingresó en el colegio jesuita de Viterbo, donde destacó en latín, griego y literatura. Posteriormente, estudió en la Academia Eclesiástica de Nobles en Roma, destinada a formar diplomáticos y clérigos de alto rango, y completó su formación con doctorados en teología y derecho civil y canónico.
Pecci fue ordenado sacerdote en 1837 y rápidamente se integró en la administración de los Estados Pontificios. En 1843, a los 33 años, fue nombrado arzobispo titular de Damiata y nuncio apostólico en Bélgica, un cargo diplomático clave. Durante su tiempo en Bruselas (1843-1846), se enfrentó a tensiones entre la Iglesia y el gobierno liberal belga, ganando experiencia en la gestión de conflictos entre fe y política secular. En 1846, fue nombrado obispo de Perugia, una diócesis importante en los Estados Pontificios, donde sirvió durante 32 años. Como obispo, promovió la educación, fundó seminarios y se ganó una reputación de pastor accesible y comprometido.
En 1853, Pío IX lo creó cardenal, un reconocimiento a su labor. Durante este período, Pecci desarrolló un interés por la filosofía tomista, inspirado en Santo Tomás de Aquino, cuya obra consideraba esencial para contrarrestar las ideas racionalistas y materialistas del siglo XIX. Su tiempo en Perugia también lo expuso a los problemas sociales de la época, como la pobreza y las desigualdades derivadas de la Revolución Industrial, temas que más tarde abordaría como papa.
Tras la muerte de Pío IX en 1878, el cónclave se reunió en un contexto complicado: los Estados Pontificios habían sido anexados por el Reino de Italia en 1870, dejando al papa sin poder temporal y en una situación de “prisionero en el Vaticano”. Pecci, entonces de 68 años, fue elegido papa el 20 de febrero de 1878 en el tercer escrutinio, adoptando el nombre de León XIII en homenaje a León XII, otro papa de Carpineto Romano. Su elección sorprendió a algunos, ya que no era considerado un favorito evidente, pero su experiencia diplomática, su moderación y su prestigio intelectual lo convirtieron en un candidato de consenso.
El papado de León XIII se caracterizó por una apertura prudente al mundo moderno, un enfoque que contrastaba con el conservadurismo de Pío IX. Aunque mantuvo la condena al liberalismo radical y al secularismo, buscó un diálogo constructivo con los gobiernos y las sociedades de su tiempo. A continuación, se detallan los aspectos clave de su pontificado:
1 Doctrina Social de la Iglesia y Rerum Novarum La encíclica Rerum Novarum (1891) es su legado más perdurable. En ella, León XIII abordó la “cuestión obrera”, criticando tanto el capitalismo desenfrenado como el socialismo marxista. Defendió los derechos de los trabajadores, incluyendo un salario justo, condiciones laborales dignas y el derecho a formar asociaciones o sindicatos cristianos. Al mismo tiempo, reafirmó el derecho a la propiedad privada y la importancia de la familia y la religión en la sociedad. Este documento sentó las bases de la Doctrina Social de la Iglesia, influyendo en movimientos sociales y políticos cristianos en todo el mundo.
2 Relaciones con los Estados León XIII intentó resolver el conflicto con Italia, conocido como la “Cuestión Romana”, aunque no logró un acuerdo formal. Sin embargo, adoptó una postura pragmática, instando a los católicos italianos a participar en la vida política a pesar de la prohibición inicial de Pío IX. En Francia, promovió el ralliement, exhortando a los católicos a aceptar la Tercera República y trabajar dentro del sistema político, una decisión controvertida pero que buscaba reducir las tensiones entre la Iglesia y el Estado. También fortaleció las relaciones con países como Alemania, resolviendo disputas derivadas del Kulturkampf de Bismarck, y mantuvo una diplomacia activa con Reino Unido, Estados Unidos y Rusia.
3 Renovación intelectual y tomismo León XIII fue un firme defensor del renacimiento del tomismo como marco filosófico y teológico para la Iglesia. En su encíclica Aeterni Patris (1879), promovió el estudio de Santo Tomás de Aquino, considerándolo un antídoto contra las filosofías modernas como el positivismo y el materialismo. Fundó la Academia de Santo Tomás en Roma y alentó la creación de universidades católicas, como la Universidad Católica de América en Washington, D.C.
4 Apertura a la ciencia y la cultura A diferencia de sus predecesores, León XIII mostró interés en la ciencia y la modernidad. Abrió los Archivos Secretos del Vaticano a los historiadores, fomentó los estudios bíblicos y creó el Observatorio Vaticano. También escribió poesía en latín, una afición que reflejaba su amor por la cultura clásica.
5 Encíclicas y escritos León XIII publicó 86 encíclicas, abordando temas tan diversos como la devoción al Rosario (Supremi Apostolatus Officio, 1883), la libertad humana (Libertas Praestantissimum, 1888) y las relaciones Iglesia-Estado (Immortale Dei, 1885). Sus escritos se caracterizan por un tono claro y una intención pastoral, buscando guiar a los fieles en un mundo en rápida transformación.
6 Vida espiritual y devociones León XIII fue un papa profundamente piadoso, con una fuerte devoción al Rosario y a la Virgen María. Promovió el rezo del Rosario como una práctica universal y escribió varias encíclicas sobre esta devoción. También es conocido por su supuesta visión mística en 1884, en la que habría escuchado un diálogo entre Dios y Satanás, lo que lo llevó a componer la oración a San Miguel Arcángel, recitada durante décadas al final de las misas.
León XIII era conocido por su inteligencia aguda, su moderación y su capacidad para adaptarse a los desafíos de su tiempo. A pesar de su avanzada edad (tenía 93 años al morir), mantuvo una energía notable, trabajando largas horas y manteniendo correspondencia con líderes mundiales. Su apariencia frágil contrastaba con su vigor intelectual; era descrito como un hombre delgado, de voz clara y mirada penetrante. Hablaba varios idiomas, incluyendo latín, italiano, francés y algo de inglés, lo que facilitaba su diplomacia.
A diferencia de otros papas, León XIII no buscó aislarse. Recibía a peregrinos, periodistas e incluso líderes no católicos, como el presidente de Estados Unidos Theodore Roosevelt.