
Un intento de hackeo al teléfono celular del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, encendió las alarmas en el Poder Judicial. La Justicia ya investiga si se trató de un nuevo episodio dentro de una maniobra de espionaje contra jueces con intervención en causas sensibles.
La situación se produjo cuando un empleado del máximo tribunal recibió una llamada sospechosa desde el número asignado a Rosatti. Al notar inconsistencias en la comunicación y no detectar anomalías en el sistema interno, el trabajador decidió cortar la llamada y dar aviso inmediato a la Dirección de Seguridad de la Corte.
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El caso quedó en manos del fiscal Santiago Vismara y de la División de Conductas Informáticas Ilícitas de la Policía de la Ciudad, que ya revisa el incidente. Como medida preventiva, Rosatti modificó su número telefónico.
Este episodio se suma a otros antecedentes. Hace dos años, el propio Rosatti denunció la existencia de líneas telefónicas activadas a su nombre sin autorización. Aquella investigación derivó en el procesamiento de varios implicados en una red de espionaje ilegal, que también habría afectado a otros magistrados como Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Verónica Skanatta, así como a figuras políticas como Diego Santilli y Marcelo D’Alessandro.
Entre los procesados estuvieron los hacker Ezequiel Núñez Piñeyro y Santiago Machado, de Misiones. También fue mencionado el ex policía Ariel Zanchetta, señalado por haber solicitado más de 2.100 informes personales de jueces y dirigentes. Su accionar habría alcanzado al entonces funcionario de la AFIP Fabián “Conu” Rodríguez, referente de La Cámpora.
La Justicia ahora intenta determinar si el nuevo intento contra Rosatti forma parte de una estructura sistemática de inteligencia ilegal que apunta a funcionarios con peso en causas de alto voltaje político.
MFB