
por Claudio Corsalini
En pleno centro de Buenos Aires, a metros de la Av. 9 de Julio, un edificio de oficinas se convierte en pionero en gestión ambiental urbana. Se trata de 955 Belgrano Office, desarrollado y administrado por RAGHSA, que incorporó recientemente un centro de compostaje in situ como parte de su compromiso con la sustentabilidad y la reducción del impacto ambiental.
La iniciativa, inédita en su tipo dentro del ámbito corporativo local, permite transformar los residuos orgánicos generados en el edificio en compost, que luego se utiliza en espacios verdes propios o se destina a proyectos urbanos. De este modo, se reduce la cantidad de residuos enviados a rellenos sanitarios y se promueve una cultura de responsabilidad ambiental entre quienes trabajan en el edificio.
“Este proyecto busca cuidar el ambiente desde adentro, integrando tecnología, eficiencia y hábitos sostenibles en el día a día laboral”, destacan desde la desarrolladora, que diseñó el sistema para ser replicable sin necesidad de grandes obras estructurales. La idea es que otras oficinas o instituciones puedan implementarlo con facilidad, multiplicando su impacto en la ciudad.
El edificio ya había sido reconocido por su perfil sustentable: cuenta con certificación LEED Core & Shell categoría Gold, gracias a sus altos estándares de eficiencia energética, acceso a transporte público, selección de materiales responsables y calidad ambiental interior. Ahora, con el centro de compostaje, suma un paso más hacia una sustentabilidad activa y tangible.
Con 30 pisos de oficinas, sin columnas interiores para maximizar la luz natural y la flexibilidad de uso, la torre se posiciona como un modelo de arquitectura corporativa alineada con los desafíos del cambio climático y el uso inteligente de los recursos.