12/05/2025 - Edición Nº825

Internacionales

Ankara reivindica el triunfo del Estado

Turquía prevalece: el PKK anuncia su disolución después de 40 años de conflicto

12/05/2025 | El grupo separatista kurdo, responsable de miles de muertes en suelo turco, ha anunciado el fin de sus operaciones.



Después de más de cuatro décadas marcadas por ataques, atentados y una retórica armada que desestabilizó el sureste de Turquía, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha anunciado formalmente su disolución. Según la agencia ANF, cercana a la causa kurda, la decisión implica el cierre de su estructura político-militar, que fue catalogada como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.

Este anuncio representa una victoria simbólica y estratégica para el gobierno turco, que desde la década de 1980 ha combatido las operaciones del PKK en territorio nacional y en la región del Kurdistán iraquí. La organización, que bajo el liderazgo de Abdullah Öcalan impulsó una agenda separatista violenta, ha sido acusada de la muerte de más de 40.000 personas, en su mayoría civiles y miembros de las fuerzas de seguridad turcas.

En un comunicado divulgado el lunes, el PKK justificó su decisión como parte de un "proceso de reorganización" más amplio, aunque los observadores interpretan la disolución como el reconocimiento de su debilitamiento militar y político, especialmente tras las ofensivas sostenidas del ejército turco en la frontera sur y el creciente aislamiento internacional del grupo.

Ankara ha celebrado la noticia como la culminación de una estrategia de presión constante. El gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha intensificado las operaciones contra el PKK tanto dentro como fuera del país, y ha vinculado sus avances en materia de seguridad a la estabilidad regional y al rechazo al extremismo.

El fin del PKK también altera el tablero político del movimiento kurdo, ya que otras organizaciones vinculadas —como las Unidades de Protección Popular (YPG) en Siria— podrían enfrentar un mayor escrutinio. Para Turquía, muchas de estas estructuras son consideradas extensiones del PKK, lo que podría justificar nuevas acciones diplomáticas o militares.

Aunque la disolución fue presentada como una decisión autónoma del grupo, analistas coinciden en que se trata de una retirada forzada, más que de una evolución política. El agotamiento militar, la pérdida de apoyo externo y el cambio en la correlación de fuerzas en Medio Oriente dejaron sin margen de maniobra a una organización cuya influencia se ha erosionado considerablemente.

Para Turquía, el anuncio marca un hito en la lucha contra el terrorismo y refuerza la narrativa oficial de que la seguridad y la integridad territorial no son negociables. La desaparición formal del PKK podría no significar el fin de todas las tensiones, pero sí sella el cierre de un capítulo especialmente sangriento en la historia reciente del país.