13/05/2025 - Edición Nº826

Internacionales

Calma Incierta

India y Pakistán detienen combates, pero la tensión persiste en Cachemira

13/05/2025 | Tras días de combates, un cese al fuego mediado por EE. UU. se mantiene con diálogos militares, pero las tensiones en Cachemira persisten.



Los directores generales de operaciones militares de India y Pakistán dialogaron por teléfono para consolidar un alto el fuego acordado el 10 de mayo, tras cuatro días de intensos enfrentamientos en Cachemira. Este contacto buscó estabilizar la región tras un conflicto que dejó decenas de muertos y avivó temores de una escalada nuclear. El acuerdo, mediado por Estados Unidos, fue anunciado por el presidente Donald Trump, quien destacó el rol de su administración en la desescalada.

El conflicto se desató tras un ataque el 22 de abril de 2025 en Pahalgam, Cachemira, donde 26 turistas hindúes fueron asesinados. India acusó a militantes respaldados por Pakistán y lanzó ataques aéreos contra presuntos campamentos terroristas en territorio pakistaní. Pakistán, negando cualquier vínculo, calificó los objetivos como civiles y respondió con misiles contra bases indias. Estas acciones marcaron los combates más graves en décadas, con drones y artillería cruzando la Línea de Control (LoC).

El primer ministro indio, Narendra Modi, endureció su postura, advirtiendo que India responderá con fuerza ante nuevos ataques y condicionando cualquier diálogo a la eliminación de la infraestructura terrorista en Pakistán. Modi también descartó negociaciones sobre el Tratado de Aguas del Indo, suspendido por India en abril, un punto crítico para Pakistán. En Islamabad, el primer ministro Shehbaz Sharif celebró el alto el fuego como un paso hacia la paz, pero reiteró la necesidad de resolver el conflicto de Cachemira.

La mediación estadounidense, liderada por el secretario de Estado Marco Rubio y el vicepresidente JD Vance, involucró a países como el Reino Unido, China y los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, India minimizó el rol externo, afirmando que el diálogo fue directo entre militares, mientras Pakistán agradeció la intervención internacional. Horas después del anuncio, explosiones en Srinagar y Jammu indicaron violaciones iniciales, pero el cese al fuego se estabilizó para el 11 de mayo. Los mercados financieros reflejaron un alivio temporal, con aeropuertos reabiertos y un aumento en la actividad económica en ambas naciones. En Cachemira, la población vive una calma tensa.

La comunidad internacional, incluyendo la ONU y China, ha instado a mantener el diálogo para evitar una escalada devastadora, dada la capacidad nuclear de ambos países. El ministro chino Wang Yi pidió moderación en llamadas con oficiales indios y pakistaníes. Sin embargo, la suspensión del Tratado de Aguas del Indo y la retórica nacionalista, especialmente en India, complican las perspectivas de paz.

El alto el fuego representa una pausa estratégica, pero no aborda las raíces del conflicto en Cachemira, donde los civiles sufren las consecuencias de la militarización. La reanudación de diálogos militares ofrece esperanza, pero la desconfianza mutua y las demandas contrapuestas, como la insistencia de India en combatir el terrorismo y la de Pakistán en discutir Cachemira, sugieren que la estabilidad en el sur de Asia seguirá siendo frágil.