15/05/2025 - Edición Nº828

Deportes


Homenaje de AFA

¿Quién fue José Amalfitani y por qué se lo considera un prócer de Vélez?

14/05/2025 | El 14 de mayo es el Día del Dirigente Deportivo, en homenaje a un histórico presidente del fútbol argentino.



La importancia y magnitud deportiva que tiene el Club Atlético Vélez Sarsfield hoy, es consecuencia de un proceso de desarrollo que tuvo un punto de inflexión gracias a un hombre. Vélez llegó al nuevo milenio con una ventaja comparativa en la difícil industria del fútbol: la obra de José “Pepe” Amalfitani.

Su legado trascendió ampliamente al club de Liniers y por eso se lo considera uno de los dirigentes deportivos más importantes de la historia. Cada 14 de mayo, se conmemora el Día del Dirigente Deportivo en su homenaje, por iniciativa de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

En 1920 llegó a la presidencia con 27 años, pero cinco años más tarde se alejó del club para atender de cerca el negocio familiar, un corralón de materiales de su abuelo. Su tranquilidad laboral se vio interrumpida en 1940, cuando Vélez sufrió su primer y único descenso en la historia. 

Eso provocó una gran división en el club, con luchas políticas internas, la pérdida de casi la mitad de socios y grandes deudas provenientes de las actividades sociales. En ese contexto lo fueron a buscar a José Amalfitani y además de hacerse cargo personalmente de los pasivos del club, demostró tener la personalidad y el liderazgo que necesitaba el club.


Amalfitani fue maestro mayor de obras y fue la persona que lideró la construcción de un estadio y de un club. (Prensa CAVS)

“Señores, yo no he venido al funeral de Vélez Sarsfield. Qué me importa la Segunda o la Tercera si hemos paseado nuestra divisa triunfal por todo el continente. Mientras haya 10 socios, el club sigue en pie” expresó en ese entonces. En 1941, fue elegido como presidente y lideró el club hasta 1969.

La primera gran tarea que tuvo como presidente fue rellenar el terreno donde estaba el estadio en una primera etapa y luego construir las tribunas. Para eso, apeló a todos los métodos posibles. Desde pedir donaciones, hacer cenas de recaudación, carteles de publicidad y hasta el desvío de camiones de cemento.

Amalfitani llegó a organizar a grupos de hinchas que desviaban camiones con tierra de la Municipalidad de Buenos Aires y también logró que se volcaran innumerable cantidad de materiales desechados por el Ferrocarril, como vías, calderas y hasta chasis. Por otro lado, además del estadio, proyectó la sede del club en un lugar que es uno de los centros neurálgicos de la Capital Federal, tuvo una verdadera visión a futuro y vio antes que nadie la proyección de la ciudad hacia el oeste.


Don Pepe Amalfitani en el vestuario de Vélez.

Pocos meses antes de su muerte, Vélez se consagró en el Campeonato Nacional de 1968, obteniendo el primer título del club en el fútbol profesional. Hasta el último minuto de su vida, se preocupó por el club de Liniers.

Asumió la conducción de un club en crisis terminal y a partir de un pantano, levantó una cancha y construyó durante 28 años una institución social, cultural y deportiva modelo en el país. Su herencia es un gran estadio de cemento y también el legado de que con liderazgo, capacidad de gestión y visión de futuro, los deportes amateur, el fútbol profesional y la infraestructura de primer nivel pueden ir de la mano en un mismo proyecto.