
Los trabajadores de las plantas electrónicas en Río Grande, Tierra del Fuego, comenzaron este miércoles un paro total sin fecha de finalización, en rechazo a las medidas del Gobierno nacional que recortan aranceles a productos importados.
La medida de fuerza, impulsada por la seccional local de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), fue definida como una respuesta directa a lo que el sindicato considera un grave retroceso para el modelo industrial fueguino.
Desde la UOM sostienen que la decisión oficial pone en jaque a cientos de puestos de trabajo y compromete el esquema productivo desarrollado en la provincia a lo largo de más de 45 años.
El anuncio del vocero presidencial, Manuel Adorni, sobre la baja de aranceles para celulares y consolas, sumado a la reducción de impuestos internos para televisores, celulares y aires acondicionados, desató el conflicto.
A estas medidas se sumaron declaraciones del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien reconoció que la menor protección podría generar pérdida de empleo en la isla, aunque consideró que se compensaría con precios más bajos para el resto del país.
Estas afirmaciones generaron fuerte malestar en el gremio, que las calificó como provocadoras y ajenas a las necesidades de la comunidad fueguina. El Congreso de Delegados de la UOM de Río Grande advirtió que la situación afecta seriamente a la soberanía productiva de la provincia y al derecho a una vida digna de sus habitantes.
El sindicato subrayó que no está dispuesto a permitir que se desmantele el entramado industrial local por decisiones tomadas sin consenso.
El paro cuenta con el respaldo del Secretariado Nacional de la UOM y todas sus seccionales en el país. Además, el gremio exige definiciones inmediatas por parte del Gobierno provincial, la cámara AFARTE, el Grupo Mirgor y la conducción nacional del sindicato metalúrgico.
Mientras tanto, la huelga continuará de forma indefinida y se anunció una movilización en el centro de Río Grande para los próximos días.
FS