
En medio de un acto de campaña en la ciudad de Tavira, en el sur de Portugal, el líder del partido Chega, André Ventura, colapsó repentinamente frente a más de 400 asistentes. El episodio generó una mezcla de preocupación, incertidumbre y especulación en pleno calendario electoral.
Ventura se encontraba pronunciando su discurso cuando, de forma abrupta, se llevó la mano al pecho y luego a la garganta, visiblemente afectado. Su equipo de seguridad reaccionó de inmediato, auxiliándolo y trasladándolo en ambulancia al Hospital de Faro, donde fue ingresado en observación.
Horas más tarde, los médicos descartaron un infarto de miocardio. El diagnóstico fue un espasmo esofágico desencadenado por un pico de tensión arterial, un cuadro doloroso que imita síntomas cardíacos. Ventura pasó la noche en el hospital y fue dado de alta la mañana del 14 de mayo, agradeciendo al personal médico y a sus simpatizantes por el apoyo recibido.
Fui informado que @AndreCVentura se sentiu mal num evento partidário. Do jantar comício em que participo nas Caldas da Rainha, envio o desejo de rápido restabelecimento, esperando que não seja nada de grave.
— Luís Montenegro (@LMontenegro_PT) May 13, 2025
El susto no solo tuvo eco mediático. Diversas figuras políticas, entre ellas el primer ministro Luís Montenegro, expresaron públicamente sus buenos deseos hacia Ventura. Las muestras de solidaridad cruzaron incluso líneas ideológicas, reflejando el impacto emocional que generó la escena, ampliamente difundida en redes sociales y medios lusos.
El partido Chega confirmó que Ventura retomará su campaña con normalidad en los próximos días, con vistas a las elecciones legislativas del 18 de mayo. No obstante, fuentes cercanas al entorno médico han recomendado al líder ultraconservador mantener vigilancia y moderar su ritmo de actividad.
Este episodio reabre el debate sobre la presión física y psicológica que enfrentan los líderes políticos en campaña. En un contexto de alta polarización y jornadas extenuantes, la salud de los candidatos se convierte en un factor político de primera línea, y en un posible elemento que incide en la percepción pública de vulnerabilidad o fortaleza.
André Ventura, conocido por su retórica incendiaria y propuestas de derecha dura, ha sabido capitalizar el descontento popular, especialmente en temas como migración, seguridad y corrupción. Su liderazgo ha consolidado a Chega como una de las fuerzas emergentes de la política portuguesa.
La campaña electoral continúa con atención renovada sobre el estado de Ventura. Su retorno a la escena pública podría estar acompañado de un cambio de tono o de agenda, dependiendo de cómo gestione políticamente este episodio de salud en una etapa crucial.
🇵🇹 | El líder de CHEGA en Portugal, André Ventura, se desploma llevándose la mano al pecho mientras pronunciaba un discurso de campaña. pic.twitter.com/RUbtFhD2lF
— Alerta Mundial (@AlertaMundoNews) May 14, 2025
El colapso de Ventura no solo interrumpió su agenda, sino que añade una nueva variable emocional al cierre de campaña. En política, la imagen de fragilidad puede ser doble filo: despierta empatía, pero también alimenta dudas sobre la resistencia del candidato. En el caso de Ventura, su recuperación rápida y la narrativa de superación podrían reforzar su perfil combativo, si logra controlarla con inteligencia comunicacional.