15/05/2025 - Edición Nº828

Internacionales

Diplomacia tensa

Lula pide a Vladímir Putin que asista a las negociaciones de paz con Ucrania en Estambul

14/05/2025 | El presidente de Brasil intensifica su rol como mediador global y presiona a Rusia para que participe en las conversaciones previstas con Zelenski.



El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mantiene firme su ambición de posicionar a su país como actor clave en la resolución de conflictos globales. El 14 de mayo, Lula mantuvo una llamada telefónica con su par ruso, Vladimir Putin, para solicitarle formalmente que asista a las negociaciones de paz con Ucrania programadas en la ciudad de Estambul.

La conversación, confirmada por el Palacio de Planalto y medios rusos, ocurre en un momento en que las opciones diplomáticas para resolver la guerra iniciada en febrero de 2022 parecen reducidas. Lula ofreció a Brasil como facilitador neutral, en línea con su estrategia geopolítica de no alineamiento automático ni con la OTAN ni con Moscú.

Hasta el momento, el Kremlin no ha confirmado si Putin participará en las conversaciones. Mientras tanto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski se ha mostrado escéptico sobre su presencia, sugiriendo que el mandatario ruso podría evitar el encuentro por temor a presiones internacionales. Zelenski insiste en que cualquier avance debe partir de un alto el fuego incondicional.

El llamado de Lula se inscribe en un contexto diplomático más amplio. El expresidente estadounidense Donald Trump, actualmente en una gira por los estados del Golfo, ha insinuado su disposición a unirse a las negociaciones, asegurando que Putin le pidió que intercediera. Trump, quien retomó la presidencia en enero, no ha descartado viajar a Turquía si el proceso adquiere suficiente seriedad.

La sede elegida, Estambul, fue también epicentro de negociaciones fallidas en 2022 y 2023. Sin embargo, el impulso de nuevos actores como Brasil podría reconfigurar el tablero. La presencia simultánea de Lula, Putin, Zelenski y Trump representaría un escenario sin precedentes desde el inicio de la guerra.

El gobierno brasileño ha evitado adoptar una postura condenatoria hacia Rusia, lo que le ha permitido mantener canales abiertos con ambas partes. Lula sostiene que no hay solución viable si no se logra sentar a Moscú y Kiev en la misma mesa. Su propuesta apunta a consolidar un espacio de mediación no hegemonizado por potencias occidentales.

No obstante, los desafíos son enormes. Las condiciones mínimas de ambas partes siguen alejadas, y la posibilidad de una negociación efectiva dependerá tanto de la voluntad política como de las presiones internacionales. Algunos analistas cuestionan si la insistencia de Lula podrá romper el bloqueo diplomático.

Conclusión

Lula busca relanzar a Brasil como potencia diplomática del sur global, y su acercamiento a Putin forma parte de una estrategia de reposicionamiento internacional. Sin embargo, su apuesta conlleva riesgos: si fracasa en atraer a Rusia al diálogo, su imagen como mediador podría erosionarse. En contraste, si logra reunir a las partes en Estambul, podría marcar un punto de inflexión histórico en la guerra de Ucrania y en el rol de América Latina en la política global.