
Gary Sinise, conocido por su interpretación del teniente Dan en Forrest Gump (1994), película ganadora de seis premios Oscar, ha dejado atrás su vida en Hollywood. Su carrera, marcada por roles memorables en películas como Apollo 13 y Milagros inesperados, así como por liderar las nueve temporadas de CSI: NY, se detuvo abruptamente en 2020. La razón detrás de su retiro parcial no fue una decisión artística, sino una profundamente personal.
En 2018, Mac Sinise, el hijo de Gary Sinise, fue diagnosticado con cordoma, un tipo de cáncer óseo que afecta sólo a 300 personas al año en Estados Unidos. Sinise decidió pausar su carrera actoral para enfocarse en apoyar a su hijo. “Dejé de actuar en 2020 y comencé a poner todo lo que tenía en tratar de encontrar un milagro para Mac”, confesó a la revista People.
Durante este tiempo, el actor asumió el rol de cuidador principal, buscando aliviar el dolor de su hijo y protegerlo de las preocupaciones sobre su tratamiento. Sus últimos trabajos como actor incluyeron las películas Joe Bell y I Still Believe, además de un papel secundario en la cuarta temporada de 13 razones por qué de Netflix.
La pérdida de Mac en 2024, a los 33 años, marcó un punto de inflexión en la vida de Sinise. El dolor de esta tragedia lo llevó a priorizar aún más a su familia. “Desde que perdí a Mac, abrazo a mis hijas mucho más fuerte. Pensás en las cosas que realmente son importantes”, expresó. Aunque no descarta volver a actuar si surge un proyecto adecuado, Sinise admite que ahora le cuesta dejar su hogar: “Algo puede aparecer y estar bien, pero es más difícil salir de casa ahora. Sólo quiero estar con mi familia”.
La experiencia de cuidar a su hijo no fue solo un desafío, sino también una extensión del compromiso de Sinise con ayudar a otros. A través de la Gary Sinise Foundation, creada en 2011 para apoyar a veteranos, socorristas y sus familias, el actor ha trabajado durante años con personas que enfrentan pérdidas y dificultades. Esta labor le brindó fortaleza para sobrellevar su propia tragedia. “He acompañado a muchos que han perdido a un ser querido. Estar cerca de personas que perseveran en momentos difíciles me ha dado fuerza”, afirmó.