15/05/2025 - Edición Nº828

Agro

Agroindustria

Soja y maíz, otra vez protagonistas: el agro exportará por U$S 34.000 millones

15/05/2025 | Preocupa el estancamiento de la producción: si bien se sembró la mayor superficie de la última década, la cosecha no repunta



Con el avance de la cosecha en soja y maíz, la campaña de granos 2024/25 comienza a adquirir números definitivos. En un contexto económico en donde cada dólar cuenta, un dato que preocupa al sector es el estancamiento en los números productivos. 

En este punto, desde la Fundación Producir Conservando calcularon que para el ciclo 2024/25 se espera una cosecha global de 135 millones de toneladas. “Pese a haberse sembrado la mayor superficie de la última década —37,5 millones de hectáreas—, la marcada variabilidad climática impidió que los cultivos alcanzaran su máximo potencial de rendimiento”, consideraron. 

Si bien ese volumen de granos se ubica apenas por debajo del récord de 142 millones de la campaña 2028/19, desde la entidad advirtieron que refleja “el estancamiento en la producción granaria de Argentina, donde el 75% del total corresponde a maíz y soja, con un volumen combinado cercano a los 100 millones de toneladas.

De acuerdo a una estimación de Gustavo López, consultor de la Fundación Producir Conservando, el complejo agroindustrial argentino exportará unas 100 millones de toneladas de granos y derivados correspondientes a la campaña 2024/25.  De cumplirse este pronóstico, la liquidación de divisas del sector será de U$S 34.000 millones, con un aporte para el fisco del equivalente a pesos de U$S 6.000 millones en conceptos de retenciones. 

Estos números serán posibles “siempre y cuando se mantenga la reducción temporal de los derechos de exportación durante todo el ciclo”, advirtió Lopez. Este punto no es menor y representa uno de los mayores reclamos del campo durante 2025. 

Como se recordará, a finales de enero el Gobierno nacional anunció una rebaja temporal de los derechos de exportación para granos y derivados, que se extenderá hasta el 30 de junio.

En el caso de soja, el impuesto pasó de 33% a 26 y tanto desde las entidades que componen la Mesa de Enlace, como la agroindustria y un grupo de legisladores en el Congreso presionan para que esta medida se extienda -al menos- hasta fin de año y luego se discuta su eliminación permanente. 

Más allá de este lobby, el Gobierno se mantiene firme en su postura. El presidente Javier Milei advirtió en su momento que los productores “se apuren a liquidar” antes de esa fecha, mientras que el ministro de Economía, Luis Caputo, también se expresó -en cada ocasión que pudo- sobre el fin de esta medida para mitad de año. 

Medidas locales y sus efectos

En el frente interno, López remarcó que las medidas del Gobierno argentino —en especial, la reducción temporal de los derechos de exportación  -7% para la soja y sus derivados, 2,5% para cereales-— generaron un alivio en los márgenes de los productores y un aumento en el ingreso de divisas por anticipación de ventas al exterior.

Además, el levantamiento del cepo cambiario y la eliminación del dólar “blend” establecieron una banda de flotación entre $1.000 y $1.400 por dólar, mejorando el tipo de cambio para los exportadores.

“Estas medidas fueron bien recibidas y alentaron las ventas, pero la combinación de precios internacionales en baja, abundante oferta global y la incertidumbre sobre qué pasará después del 30 de junio reinstaló dudas en el sector”, afirmó el consultor.

Al analizar la campaña que viene -la siembra de trigo 2025/26 ya comenzó en algunas regiones del país- López proyectó que la eliminación de retenciones al cereal  podría incrementar la superficie cultivada a 7,5–8 millones de hectáreas.
“Esto permitiría una producción de 22–23 millones de toneladas, con exportaciones estimadas en más de 17 millones”, sostuvo. 

Y concluyó: “Con un precio de U$S 250 por tonelada, el costo fiscal de eliminar las retenciones sería de unos U$S 400 millones, marginal frente a los U$S 4.250 millones que ingresarían en divisas por exportación de trigo”.