
Las apuestas deportivas ilegales vuelven a golpear con fuerza al fútbol argentino. En las últimas horas, el Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), suspendió por amaño de partidos a cuatro jugadores de El Porvenir y a Nićifor Simović, representante de origen serbio.
El equipo de Gerli, que juega en la Primera C, tuvo un escándalo similar hace unos años, cuando el propio club denunció a varios jugadores por estar involucrados en apuestas ilegales. La causa condenó a una sola persona, el representante Brian Simone, a seis meses de prisión en suspenso. Es un secreto a voces que en el mundo del ascenso, suceden este tipo de hechos.
Pero esta vez fue distinto, porque la denuncia la hizo el tesorero de la AFA, Pablo Toviggino, en una rápida y ejemplar actuación, incluso sin avisarle a los dirigentes del club. En paralelo, se le dio intervención al Tribunal de Disciplina, que suspendió a los jugadores Marcos Vinicius Serrao Carvalho, Alessandro Miranda Santos, Fabio Monteiro Blanco y José Denilson Gomes Da Silva, todos con pasaporte de Brasil.
Según trascendió, todo comenzó cuando El Porvenir cerró un acuerdo para gerenciar de forma encubierta el fútbol con una empresa brasileña, ligada al negocio de las criptomonedas en el estado de Pará. De entrada, se inyectaron cerca de 20.000 dólares mensuales, un presupuesto importante para cualquier club de la cuarta categoría. Con la llegada de la empresa, también desembarcaron los jugadores brasileños señalados.
Todo iba bastante bien cuando de repente, muchos hinchas y periodistas partidarios comenzaron a notar hechos muy raros en los partidos. Pelotas que se iban lejos y terminaban en el córner, faltas inentendibles por las situaciones juego y errores defensivos casi infantiles que terminaban en goles contrarios. Rápidamente quedó claro que el pobre desempeño del equipo era porque los jugadores “iban para atrás” y entregaban los partidos.
Finalmente, mientras se espera la acción de la Justicia, que podría destapar una red mucho más extendida en el ascenso del fútbol argentino, los jugadores brasileños fueron suspendidos de forma preventiva e inicial por 90 días. Mientras que al representante Nićifor Simović, le cayó la prohibición de ingreso a todos los estadios de la República Argentina donde se celebren competencias oficiales organizadas por la AFA y la suspensión del ejercicio de representación con efecto inmediato y por igual plazo.