
El gobierno de Brasil anunció el primer brote de influenza aviar altamente patógena (H5N1) en una granja avícola comercial en Montenegro, estado de Rio Grande do Sul. Este es un evento sin precedentes para el mayor exportador mundial de carne de pollo, que representa cerca del 35% del comercio global.
La granja afectada fue aislada inmediatamente tras la detección del virus. El Ministerio de Agricultura activó protocolos de emergencia, notificó a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y a los socios comerciales, y reforzó las medidas de bioseguridad. La situación fue declarada “bajo control”, aunque se implementaron cercos sanitarios y vigilancia activa en las zonas aledañas.
La noticia provocó una rápida respuesta internacional. China, principal destino de las exportaciones de pollo brasileño, impuso una suspensión temporal de 60 días sobre los productos avícolas provenientes del país sudamericano. Esta decisión tiene un fuerte impacto económico, considerando que en 2024 China había importado 562.200 toneladas métricas de pollo brasileño.
Brasil exportó el año pasado 5,29 millones de toneladas de carne de pollo por un total de 9.928 millones de dólares, lo que pone en evidencia el riesgo que representa una interrupción en el flujo comercial. No obstante, el Ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, afirmó que no espera una prohibición generalizada por parte de otros países, dada la reputación sanitaria del país y la contención oportuna del brote.
Las autoridades sanitarias aseguraron que la carne y los huevos provenientes de animales inspeccionados siguen siendo seguros para el consumo humano. La transmisión de gripe aviar a humanos continúa siendo rara y, según las autoridades, el riesgo es bajo en este caso. Sin embargo, se mantienen protocolos de protección para los trabajadores del sector.
El brote también pone en alerta a otros países de la región y del mundo, considerando el aumento sostenido de casos de gripe aviar en aves domésticas y silvestres. Entre octubre de 2024 y abril de 2025, se registraron casi 1.200 brotes en aves de corral y más de 1.400 en aves silvestres a nivel mundial, según datos oficiales. También se han documentado infecciones en mamíferos como gatos y vacas, e incluso algunos contagios esporádicos en humanos.
La aparición del virus H5N1 en una instalación comercial de Brasil representa una amenaza no solo sanitaria, sino también económica y geopolítica. Como líder mundial en exportaciones avícolas, Brasil enfrenta un dilema: mantener la confianza internacional y al mismo tiempo evitar la expansión del brote. La prohibición de China es una señal clara de que incluso los gigantes comerciales son vulnerables ante enfermedades zoonóticas.
Este episodio destaca la necesidad de reforzar los sistemas de bioseguridad, trazabilidad y vigilancia epidemiológica, tanto en Brasil como en otros países de América Latina. También evidencia cómo los brotes sanitarios locales pueden escalar rápidamente a crisis globales, afectando cadenas de suministro, mercados laborales y estabilidad económica en sectores clave.
La influenza aviar, más allá de su impacto en salud animal, se ha convertido en una variable geoeconómica que exige coordinación internacional inmediata.