17/05/2025 - Edición Nº830

Internacionales

Clima bajo presión

Santo Domingo: República Dominicana bajo presión por alerta roja

16/05/2025 | Más de 20 provincias están bajo alerta roja, amarilla o verde por una vaguada que amenaza con crecidas, inundaciones y parálisis institucional.



Una vaguada inestable ha puesto en jaque a más de la mitad del territorio dominicano. Este 16 de mayo de 2025, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) activó una serie de alertas que evidencian la vulnerabilidad climática de la República Dominicana, mientras instituciones públicas cierran temprano y la educación se interrumpe en varias provincias.

Las provincias en alerta roja, el nivel más alto, son Santo Domingo, Distrito Nacional, San Cristóbal y Monseñor Nouel. En amarilla se encuentran Monte Plata, Sánchez Ramírez, Duarte (especialmente el Bajo Yuna), María Trinidad Sánchez, San José de Ocoa, Santiago, Monte Cristi, Valverde y La Vega. Otras ocho provincias están bajo alerta verde: San Pedro de Macorís, El Seibo, Elías Piña, Peravia, Hato Mayor, La Romana, Samaná y La Altagracia.

Una crisis que paraliza estructuras

El impacto del fenómeno no solo es meteorológico. El Ministerio de Administración Pública (MAP) dispuso que todas las instituciones públicas concluyan su jornada laboral a las 14:00, en un intento por prevenir desplazamientos en condiciones peligrosas. A su vez, el Ministerio de Educación suspendió la docencia presencial en Santo Domingo, San Cristóbal y Monseñor Nouel, priorizando la seguridad de estudiantes y docentes.

La combinación de lluvias intensas, posibles desbordes de ríos, cañadas y arroyos, así como el riesgo de inundaciones urbanas, ha puesto en alerta a los sistemas de emergencia. El COE exhortó a no cruzar cuerpos de agua crecidos ni usar balnearios en las provincias afectadas. La Defensa Civil, la Policía Nacional y la Cruz Roja están en coordinación para activar protocolos preventivos en zonas vulnerables.

Conclusión

El fenómeno revela una tensión subyacente: la fragilidad de la infraestructura nacional frente a eventos climáticos extremos. Con el cambio climático intensificando lluvias y sistemas inestables en el Caribe, la gestión de crisis deja de ser episódica para transformarse en rutina.

Mientras las autoridades emiten boletines y evacúan áreas críticas, el país enfrenta una pregunta latente: ¿cuánto más puede resistir una nación donde la lluvia detiene escuelas, oficinas y pone en jaque a millones? Esta no es solo una tormenta: es un recordatorio de que la emergencia, en República Dominicana, ya no es la excepción, sino la norma.