17/05/2025 - Edición Nº830

Política

Opinión

¿A quién le importan las próximas elecciones de la Legislatura porteña?

17/05/2025 | Nunca le importó menos una elección al pueblo porteño, nunca le interesó tanto a la política.


por Octavio Majul


La sociedad porteña hoy se divide exactamente en dos y ese clivaje sorprendentemente no es entre peronistas y antiperonistas. Es entre quienes creen que nunca hubo una elección menos relevante que la que va a suceder este domingo y quiénes creen exactamente lo opuesto: es la elección más relevante de la legislatura porteña de los últimos tiempos. En línea con esta última hipótesis parece contribuir el hecho de que los candidatos a ingresar a la legislatura por los diferentes partidos políticos no son ni un cuatro de copas ni siquiera son un tres de espadas o de basto: Manuel Adorni, Leandro Santoro, Silvia Lospennato, Horacio Rodriguez Larreta, Juan Manuel Abal Medina.

El vocero presidencial, el potencial candidato a jefe de gobierno por ¿el kirchnerismo?, un ex jefe de Gobierno, en todo caso, primeras líneas de los “representantes” del pueblo van a disputar un cargo virtualmente irrelevante, muchísimo más considerado en su singularidad.  

Macri junto a Silvia Lospennato.

Pero es justamente este hecho el que a mucha población porteña, y otro resto de argentinos que observan desde fuera, le genera una extrañeza y, lejos de motivarlo a ir a votar, parecen alejarlo: es una elección relevante para los partidos políticos, no para la sociedad y ni siquiera es relevante para la propia gestión legislativa de la Ciudad de Buenos Aires, que es lo que se vota. La elección porteña se utiliza como un termómetro interno de la política para poder decidir lo que en sus relaciones humanas no pudieron acordar. Nunca le importó menos una elección al pueblo porteño, nunca le interesó tanto a la política.

Tres cosas importantísimas parecen disputarse en esta elección:

1) La conducción del antikirchnerismo porteño: ¿puede La Libertad Avanza gobernar en 2027? En la medida que esta pregunta pone el dedo en la llaga en el “último bastión” sano del PRO, la pregunta en realidad es ¿puede el PRO disputarle a La Libertad Avanza la conducción del antikirchnerismo nacional o del proyecto liberal-libertario? ¿Hay espacio para ambas fuerzas? Da la sensación de que si el PRO pierde la Ciudad se pierde a sí mismo y que Mauricio Macri debería contentarse con ejercer un poder invisible y renegar de intentar representar públicamente intereses.

En todo caso deberá modificar su estrategia de intervención política y, de perder, contentarse con ser un operador, económico o político, pero desde las sombras. Si el PRO vence a la LLA, podrá sentirse más envalentonado para hacer valer su voz en el marco de un proyecto liberal-libertario con el que se siente cerca por momentos pero por otros toma distancia y critica.

2) La conducción del antimileísmo. El PJ oficial tiene ganas de demostrar un éxito electoral y busca posicionar a Leandro Santoro como prototipo del acuerdo antifascista. Profundizando la desideologización y la alianza entre partidos, el PJ Ciudad cree poder ser el vencedor de la elección y poder “demostrar” que es posible "volver”. Pero en realidad este PJ oficial está desangrado. Tiene fuera de sí a un ex aliado importante: el Movimiento Evita que presenta ni más ni menos que al también ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina como candidato a legislador y, de lograr un porcentaje alto de votos, tendrá la posibilidad de o bien plantarse con más argumentos cuando La Cámpora o el PJ oficial no los escuchen o bien de persistir en su búsqueda alternativa.

Esta ambigüedad es la que, por momentos, hace desconfíar de cuán real es el camino alternativo de la lista Justa, Libre y Soberana o cuánto quiere volver con más espalda a negociar con el PJ oficial. De la que no hay duda que va por un camino alternativo es Principios y Valores. En este caso se enfrenta a un problema: Alejandro Kim no tiene el carisma de Guillermo Moreno y, si bien se rodea de la mística general de PyV, no parece garantizar la victoria del modelo alternativo tanto como podría hacerlo Moreno en persona en una potencial elección en la provincia de Buenos Aires. 

3) La supervivencia del ex candidato a presidente de todos y de nadie: Horacio Rodriguez Larreta. Si Larreta quedara largamente detrás de Santoro, Adorni y Lospennato se confirmaría no solo su muerte política sino también el cambio de signos de los tiempos. No importa lo acumulado ni el pasado, todos revalidan sus nombres en la Argentina de hoy y no queda claro si hay lugar para las soluciones moderadas. 

Rodríguez Larreta, con vecinos.

Para la política la elección es crucial. Para quienes están “politizados” la elección es crucial. Para la sociedad que siente que la política no le resuelve sus problemas nunca fue menos relevante una elección.

La elección no solo no es importante sino que está al servicio de profundizar su alejamiento de la política porque, lejos de estar más cerca o más lejos de resolver un problema real de los porteños, permitirá a los propios espacios políticos resolver los problemas que ellos mismos no pudieron. De este modo se produce una relación necesariamente extorsiva con la sociedad: se utiliza la elección para resolver los problemas de conducción política que las mismas fuerzas políticas no pudieron.

No nos sorprenderá si el costo que pague la política al priorizarse a sí misma sea el de continuar con el legado del último domingo: la desafección política por parte de la sociedad.