19/05/2025 - Edición Nº832

Internacionales

Diplomacia vaticana en acción

Papa León XIV recibe a Zelenski y Boluarte: Perú, Ucrania, Vaticano y paz en el mundo

19/05/2025 | En su primer día como Papa, León XIV abrió las puertas del Vaticano a Volodímir Zelenski y Dina Boluarte, reflejando su compromiso con la paz mundial, el rol del sur global y la revitalización del liderazgo latinoamericano en la Iglesia.



El domingo 18 de mayo de 2025 no fue simplemente el inicio de un nuevo papado. Fue el relanzamiento de la diplomacia vaticana como herramienta activa en la geopolítica mundial. En su primera jornada como jefe de la Iglesia católica, León XIV celebró su misa de entronización ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro y, sin demora, recibió en audiencia privada a dos presidentes con enorme peso simbólico: Volodímir Zelenski, líder de un país desgarrado por la guerra con Rusia, y Dina Boluarte, presidenta de Perú, su nación de ciudadanía y una de las regiones más olvidadas del sur global. Los gestos del nuevo pontífice no fueron azarosos ni meramente protocolares: revelaron un diseño político y espiritual que coloca a Roma, nuevamente, como epicentro de la paz, el diálogo y la voz de los márgenes.

La recepción de Zelenski en el Vaticano fue confirmada por fuentes diplomáticas de ambos países. Durante el encuentro, León XIV y el mandatario ucraniano conversaron sobre una salida “justa y duradera” al conflicto, una fórmula que remite a anteriores llamados de la Santa Sede y que abre la puerta a una eventual mediación papal. Por su parte, la presencia de Boluarte consolidó el reencuentro entre el Vaticano y América Latina, en una escena que fusiona la fe andina, el poder simbólico del sur y la legitimidad de un Papa con raíces en Chiclayo, forjado entre los pobres del norte peruano.

¿Cómo afecta esto la política global actual?

En tiempos de instituciones internacionales debilitadas y liderazgos fragmentados, León XIV parece dispuesto a devolverle al Vaticano un rol activo como agente de paz. Al recibir a Zelenski, no solo muestra sensibilidad con el drama humano del conflicto ucraniano, sino que también se ofrece como interlocutor neutral en un mundo de alianzas rígidas. Esta iniciativa podría elevar el perfil del Vaticano como espacio de mediación confiable, retomando una tradición que ha sido clave en momentos de tensión global. La paz, bajo el liderazgo de León XIV, no será solo una súplica moral, sino una tarea política con espiritualidad.

¿Qué implicaciones tiene para América Latina?

La audiencia con Boluarte, y el solo hecho de haber nacido en Roma pero tener ciudadanía peruana, indican que León XIV asumirá como propio el destino de América Latina. Su elección renueva el vínculo con una región central para el catolicismo mundial, pero muchas veces ignorada en las decisiones vaticanas. En este nuevo mapa eclesial, el sur no es solo receptor de la doctrina: es fuente, inspiración y voz activa. Se espera que el Papa impulse reformas internas que contemplen las realidades de pobreza estructural, exclusión indígena y violencia que afectan a América Latina, además de fortalecer redes pastorales y sociales con los movimientos populares de la región.

¿Qué significado tienen estos gestos para la paz mundial?

La conjunción de Zelenski y Boluarte en el mismo escenario vaticano no fue casual: ambos representan extremos del dolor contemporáneo. Uno, víctima directa de una guerra de agresión; la otra, símbolo de un continente fragmentado entre crisis políticas y desigualdad persistente. León XIV parece decir que la paz mundial no se construye solo entre ejércitos, sino también entre pueblos marginados, entre periferias que nunca fueron escuchadas. En ese gesto, el Papa devuelve centralidad a la compasión como política.

El Vaticano como mediador global

Desde la Edad Media, pero especialmente en los siglos XIX y XX, la Santa Sede ha jugado un rol clave como mediador en conflictos de Estado. Fue decisivo en evitar la guerra entre Argentina y Chile en 1978 por el Canal de Beagle. Colaboró con la transición democrática en países como Polonia y El Salvador. Fue actor en el proceso de deshielo entre Cuba y Estados Unidos en 2014, bajo Francisco. La diplomacia vaticana, discreta pero influyente, se basa en el prestigio moral del Papa, en su capacidad para hablar con todos sin representar intereses económicos o militares. León XIV hereda esa tradición y promete renovarla desde una óptica distinta: la de los excluidos del sistema global.

¿Cómo será el impacto inmediato en América Latina?

Con un Papa latino y peruano, América Latina recupera protagonismo simbólico e institucional. Esto puede traducirse en mayor presencia vaticana en los conflictos sociales, más apoyo a la Iglesia popular y un refuerzo del discurso en favor de los derechos humanos, la ecología integral y la economía solidaria. En el corto plazo, se espera una mayor articulación con las conferencias episcopales del continente y una revitalización de los canales diplomáticos entre Roma y los gobiernos latinoamericanos, en especial aquellos que busquen un respaldo ético en contextos de tensión.

¿Qué iniciativas de paz ya anuncia León XIV?

Aunque aún no hay un documento oficial, desde su primera homilía León XIV ha marcado una línea clara: su papado estará comprometido con la paz. Según fuentes vaticanas, ya se están gestando propuestas para una cumbre interreligiosa por Ucrania, nuevas misiones de diálogo en Sudán del Sur y llamados a una tregua humanitaria global. Además, se prevé el lanzamiento de una encíclica que aborde la "ecología de la paz", entendida como el entramado entre justicia social, dignidad humana y sostenibilidad ambiental. El mensaje es claro: la paz no será posible sin atender la raíz de las desigualdades, y la Iglesia no será neutral ante el sufrimiento.

Una nueva era vaticana

El Papa León XIV ha comenzado su pontificado no con palabras, sino con gestos que ya están reconfigurando el mapa de poder espiritual y diplomático en el mundo. Al recibir a Zelenski y Boluarte el mismo día de su entronización, proclamó, sin decirlo, que Roma vuelve a ser centro. No de imperio, sino de escucha. No de poder armado, sino de paz. En un mundo exhausto, el nuevo Papa no solo anuncia esperanza: parece dispuesto a construirla con las herramientas más poderosas del siglo XXI —la credibilidad, la compasión y la capacidad de conectar extremos. El Vaticano, con León XIV, inicia una nueva era de mediación global desde el sur del alma.