
por Sebastián Muzi
La Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) publicó su nuevo ranking con los mejores jugadores de todos los tiempos y Lionel Messi superó a glorias como Pelé y Maradona, sobre todo por sus títulos, Balones de Oro y legado en el fútbol mundial.
Además, su impacto en el fútbol americano también ha sido importante, ya que a sus éxitos con la selección argentina le agrega su presente en el Inter Miami, donde ha logrado ser el máximo artillero en la historia del equipo rosa y lo ha clasificado al Mundial de Clubes 2025, donde debutará el próximo 14 de junio ante Al-Ahly de Egipto en el Hard Rock Stadium de su ciudad.
La Pulga logró superar a los ídolos de Brasil y Argentina gracias a una carrera descomunal, donde sus números aún son inalcanzables para la mayoría de los futbolistas. Algunas de sus estadísticas demuestran que actualmente es:
Por su parte, Edson Arantes do Nascimento, más conocido como Pelé, durante décadas ocupó el trono del Rey del fútbol mundial, motivo suficiente para ostentar este lugar privilegiado en la clasificación. El brasileño ha sido hasta ahora el único jugador en la historia en ganar tres Copas del Mundo: 1958, 1962 y 1970. Su inflluencia en el fútbol de su país y mundial también es incuestionable, con una carrera llena de goles y títulos que lo convirtieron en un ícono del deporte y hasta del cine. A lo largo de su vida anotó 757 goles en partidos oficiales, aunque él mismo afirmaba haber marcado 1.283, incluyendo amistosos y encuentros no oficiales.
Si bien desarrolló casi toda su carrera en el Santos de Brasil, la falta de competencia en otras latitudes fue un factor determinante a la hora de bajar al segundo escalón. Ganar torneos en los mejores clubes del mundo le hubiese dado puntos importantes para este ranking. De hecho, no tiene en su historial títulos de Champions ni de Copa América, certamen que apenas disputó una sola vez (1959).
En tercer lugar quedó Diego Armando Maradona, ídolo indiscutido de los argentinos pero también de los napolitanos, que lo adoraron como a un Dios. Su actuación en el Mundial de México 1986 llevó a la Selección argentina a la segunda estrella de manera memorable, como el involvidable gol a los ingleses que lo convirtió en leyenda. Su participación en tierra azteca es para muchos la mejor exhibición de un futbolista en una Copa del Mundo.
Durante su paso por el Napoli, un modesto club del sur de Italia que nunca había ganado el Scudetto, Maradona hizo lo imposible y lo llevó a la gloria al obtener el título de la Serie A en 1986-87, 1989-90, la Copa Italia y la Copa UEFA. Además, su paso por clubes como Argentinos Juniors, Boca y Barcelona dejó una huella imborrable, sobre todo en los niños que jugaban a "ser Maradona" en cada potrero del mundo. Como datos en contra (al igual que Pelé), Diego nunca pudo ganar la Champions League ni la Copa América.
Cristiano Ronaldo es el cuarto jugador de este listado, y en gran parte debido a que es el máximo goleador en la historia del fútbol con más de 930 goles oficiales. Su carrera ha estado marcada por títulos en Manchester United, Real Madrid, Juventus y la selección de Portugal, incluyendo la Eurocopa 2016. Pero además, y no menos importante, su rivalidad con Lionel Messi es considerada por muchos como la mayor competitividad entre dos futbolistas de la que se tenga registro, una lucha que ambos destacaron como positiva.
"Nos alimentábamos el uno al otro porque los dos somos muy competitivos. Él siempre quería ganar a todo y en todo", dijo recientemente el 10 del Inter Miami. En tanto, CR7 manifestó que la rivalidad "Fue buena, a los espectadores les gustó. Quien ama a Cristiano Ronaldo no tiene por qué odiar a Messi. Somos los dos muy buenos y cambiamos la historia del fútbol".
Los rasgos más característicos de Cristiano han sido su disciplina y su capacidad goleadora, virtudes que lo han convertido en uno de los jugadores más influyentes de su generación. A pesar de su cuarto lugar, el actual jugador del Al-Nassr de Arabia Saudita ostenta una serie de récords:
Máximo goleador de la historia del fútbol: 934 goles oficiales.
Máximo goleador de selecciones nacionales: 123 goles para Portugal.
Máximo goleador de la UEFA Champions League: 141 goles.
Único futbolista en jugar en cinco Eurocopas.
Mayor número de goles en una temporada de Champions League, con 17 tantos en la edición 2013/14.
Máximo goleador del Real Madrid, con 451 goles en 438 partidos.
Jugador con más récords Guinness en el fútbol, con 24 marcas oficiales
Sí, es duro decirlo, pero jugadores de la talla de Johan Cruyff no pudieron acceder a este codiciado podio. El neerlandés revolucionó el fútbol de su época con su concepto de "fútbol total", liderando al Ajax, al Barcelona y a a selección de Holanda con un estilo innovador. Su impacto no sólo se reflejó en los títulos, sino también en la transformación táctica del juego, dejando un legado que aún perdura. El apodo de "La naranja mecánica" se lo debemos a él gracias al funcionamiento casi automatizado del seleccionado de su país.
Ronaldo Nazário, el mejor 9 de la historia, es recordado por su velocidad, técnica y capacidad goleadora. Ganó dos Copas del Mundo con Brasil, en 1994 y 2002, y brilló en clubes como Barcelona, Inter de Milán y Real Madrid, siendo uno de los delanteros más temibles de su época.
El puesto 7 lo ocupa Zinedine Zidane, que dejó su marca en el fútbol con su elegancia para tratar la pelota, sus disparos certeros, tiros libres y visión de juego. Fue clave en el título de Francia en el Mundial 1998 y en la conquista de la Champions League con el Real Madrid, tanto como jugador como entrenador. Claramente uno de los puntos desfavorables fue su cabezazo al pecho de Materazzi en el Mundial 2006, hecho que le valió la roja del árbitro argentino Horacio Elizondo y el repudio generalizado. Fue prácticamente el final de su carrera.
Franz Beckenbauer, el inolvidable defensor alemán, fue una figura emblemática del fútbol germano, destacándose como jugador y entrenador. Ganó la Copa del Mundo en 1974 como futbolista y en 1990 como técnico, demostrando su capacidad para liderar equipos al éxito. Con el Bayer Munich logró cinco Bundesliga, cuatro Copas de Alemania, tres Copas de Europa, una Recopa de Europa y una Copa Intercontinental en 1976.
Por su parte, Alfredo Di Stéfano tiene su estampa de leyenda en el Real Madrid, donde fue fundamental en la conquista de múltiples títulos. Su versatilidad y liderazgo lo convirtieron en uno de los jugadores más completos de la historia. A pesar de que la distancia en el tiempo hace difícil la comparación con los jugadores actuales, durante décadas fue el mejor jugador del mundo.
"La Saeta Rubia", tal como lo apodaban, comenzó su carrera en River Plate, pero alcanzó la fama en Millonarios de Colombia antes de fichar por el Merengue en 1953. Con el club blanco, fue el pilar de su época, ganando cinco Copas de Europa consecutivas y ocho ligas españolas. Su impacto fue tan grande que el Real Madrid lo nombró presidente honorario en el año 2000. También ganó una Copa América con la Argentina en 1947.
En el último puesto del TOP 10 figura Ronaldinho, el sinónimo de la magia en el fútbol. Su habilidad con el balón y su estilo de juego único lo hicieron destacar tanto en el Barcelona como en la selección brasileña, donde ganó el Mundial 2002 y el Balón de Oro en 2005. En una divertida anécdota del pasado, el astro del básquet Kobe Bryant lo consideraba el mejor de la historia, hasta que el mismo Dinho le dijo que había conocido a un tal Messi que iba a ser aún mejor.