
Desde el Palacio de Miraflores, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, instó a la ciudadanía a acudir masivamente a las urnas en las elecciones del próximo 25 de mayo. En una reunión con su gabinete, destacó que "el voto es garantía de paz, estabilidad y unidad nacional", y que es esencial para contrarrestar presuntos planes violentos contra la democracia.
Según Maduro, estos comicios tienen un carácter histórico, ya que por primera vez se elegirá a un gobernador y representantes legislativos del estado de la Guayana Esequiba, reafirmando la soberanía venezolana sobre ese territorio en disputa con Guyana.
El presidente también detalló el despliegue de la llamada "maquinaria 5x5", una estructura de movilización electoral que involucra:
Jefaturas de calles y comunidades con las UBCH (Unidades de Batalla Bolívar-Chávez).
Circuitos Comunales como red de organización social.
Los CLAP como brazo logístico de abastecimiento.
Defensores de la soberanía como eje ideológico.
Las Misiones y el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar como respaldo partidario.
Este andamiaje busca asegurar una participación masiva y garantizar el control territorial del oficialismo, en una dinámica que ha sido cuestionada por su sesgo clientelar y por dificultar la competencia electoral en igualdad de condiciones.
✔️ Presidente Nicolás Maduro @NicolasMaduro hizo un llamado a romper la campaña de desinformación, el veto y el bloqueo que intentan imponer en el proceso electoral del 25 de mayo. pic.twitter.com/ItRZlO4tG4
— Carolina 🌼 (@Carocarolina81) May 20, 2025
Durante su discurso, Maduro denunció que el gobierno había capturado a 38 personas presuntamente vinculadas con intentos de sabotear las elecciones. Afirmó que algunos de los detenidos estarían relacionados con una "mafia albanesa" con operaciones en Ecuador y que pretendían ingresar mercenarios al país.
Aunque no se presentaron pruebas públicas concluyentes, el mandatario presentó estas acciones como parte de una "defensa activa" del proceso electoral y del orden constitucional, argumentando que la participación ciudadana es el principal muro de contención ante cualquier intento de desestabilización.
Las elecciones del 25 de mayo ocurren en un clima de polarización. Mientras sectores opositores llaman a la abstención por falta de garantías, otros referentes como Juan Requesens defienden el voto como estrategia de resistencia democrática. La inclusión del Esequibo en el proceso también genera tensiones con Guyana y observación internacional.
El Consejo Nacional Electoral aseguró que todo el material está listo y que las mesas están habilitadas para la jornada del 25. El oficialismo insiste en que el éxito del proceso dependerá de la movilización popular y del despliegue de las estructuras de base.
El poder es NUESTRO.
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) May 14, 2025
El poder para DESOBEDECER.
El poder para decir NO.
Yo YA VOTÉ el 28J.#YoYaVotéEl28J#ElPoderEsNuestro pic.twitter.com/Hl0a51PF7R
El llamado de Maduro no puede entenderse como una exhortación democrática, sino como un intento calculado de consolidar su control autoritario. Con una oposición debilitada entre el boicot y la participación forzada, y con supuestas amenazas externas convenientemente esgrimidas, el gobierno busca blindar un proceso sin garantías desde lo institucional y lo simbólico. La inclusión del Esequibo, lejos de ser un gesto de soberanía legítima, funciona como un recurso propagandístico para desviar la atención de los problemas internos.
En realidad, el discurso de estabilidad encubre una estrategia sistemática de dominación, donde el voto no representa una elección libre, sino una ratificación forzada de un régimen que controla todos los resortes del poder. Lo que se presenta como participación popular es, en esencia, una puesta en escena orquestada por el oficialismo para legitimarse internacionalmente.