
La inseguridad volvió a pegar con fuerza en el Conurbano bonaerense. Esta vez, la víctima fue Matías Vargas (31), chofer del interno 46 de la línea 126, quien fue brutalmente atacado con un arma blanca por tres delincuentes mientras completaba su recorrido nocturno por La Matanza. El hecho derivó en un paro total del servicio y protestas de sus compañeros en reclamo de seguridad.
El ataque ocurrió el martes por la noche, alrededor de las 23 horas, cuando tres sujetos subieron a la unidad en la esquina de Crovara y San Martín, en La Tablada, y tras unas cuadras, lo abordaron para robarle sus pertenencias. Según relataron compañeros y fuentes policiales, "lo atacaron con un arma blanca y, debido a que ofreció resistencia, le provocaron cortes en la cabeza, en una mano y en la pierna".
Vargas logró llegar, ensangrentado, hasta la esquina de Ambrosetti y Gibraltar, en San Justo, donde alertó a sus compañeros mediante un grupo de WhatsApp. Desde allí fue trasladado al hospital Balestrini, donde recibió atención médica y fue dado de alta tras recibir suturas en tres partes del cuerpo: tres puntos en la cabeza, tres en el brazo y dos en la pierna.
La reacción no se hizo esperar. Delegados y choferes autoconvocados de la línea 126 interrumpieron el servicio y se movilizaron primero a la cabecera de La Tablada y luego a la rotonda de San Justo, donde cortaron el tránsito. Denuncian que el hecho no es aislado y que "el mes pasado tuvimos tres robos más a mano armada a otros compañeros", según indicaron.
"Estamos cansados: no queremos que nos maten a un colectivero más", señaló uno de los manifestantes al sitio Primer Plano Online. Por su parte, Julián, delegado de la línea, aseguró: "Esto es insostenible. Los compañeros vienen a trabajar y no saben si vuelven a la casa. Tenemos como seis denuncias en el mismo lugar. No vamos a esperar que muera un chofer para tomar una medida".
La zona del ataque es cercana al cementerio de Villegas, a 200 metros de la terminal, lo que refuerza el pedido de los trabajadores para que se modifiquen recorridos peligrosos o se instalen medidas de seguridad efectivas.
"Ya no se aguanta más, trabajamos por 'dos pesos con cincuenta' y no tenemos seguridad. Hace años tendrían que haber puesto las cabinas, cuando pasan estas cosas nos prometen prevención, pero después no vemos nada", denunció Julián. Y anticipó que choferes de otras líneas podrían sumarse a las manifestaciones si no hay respuestas inmediatas.
LN