
por Andrés Lobato
En las últimas horas, una noticia que llegó desde Europa generó un fuerte malestar en la agroindustria argentina. La Comisión Europea publicó la clasificación de riesgo en materia de deforestación y Argentina -junto a Brasil y Paraguay- fue clasificada como “standard”. Desde la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), la reacción no se hizo esperar.
“Consideramos que esta evaluación es injustificada, estudios recientes demuestran que el riesgo de deforestación en nuestro país es despreciable”, señalaron desde la entidad. En este sentido, recordaron que “el Gobierno argentino presentó la documentación correspondiente ante la Comisión Europea en ese sentido”
El trasfondo para entender este escenario nace a partir de la normativa 2023/1115, que regula la deforestación agregada en los productos que se exportan hacia ese continente. Este reglamento se aplica a una serie de productos, incluyendo carne bovina, cacao, café, palma aceitera, caucho, soja y madera, además de subproductos derivados de estas producciones.
Esta normativa se conoció en 2023 y establece que deben acreditar que fueron producidos en “ tierras que no hayan sufrido desforestación después del 31 de diciembre de 2020 y, en caso de contener o haber sido elaborados con madera, que esta se haya aprovechado del bosque sin provocar su degradación después de la misma fecha”.
En una primera instancia, esta medida se iba a poner en marcha a partir de diciembre de 2024, pero la medida se extendió a 2025 y luego se prorrogó a 2026. Cuando se conoció la 2023/1115, la industria argentina puso en marcha la plataforma Visec (Visión Sectorial del Gran Chaco), destinada a certificar las exportaciones de soja y sus derivados. En una segunda instancia, la industria exportadora de carne vacuna se sumó a esta iniciativa.
En el caso de la soja, a través de un sistema georreferenciado podrá armar un mapa de la trazabilidad al detalle del cultivo, desde el lote hasta la exportación por barco. Frente a esta situación, Ciara-CEC remarcó que “seguiremos trabajando arduamente con todos los eslabones de la cadena de valor de la soja para que la Argentina sea reconocida como un país de riesgo bajo".
Hoy se ha publicado en Bruselas la clasificación de riesgo país en materia de deforestación por parte de la Comisión Europea. Argentina ha sido clasificada con un riesgo "standard", al igual que otros países de la región. Consideramos que esta evaluación es injustificada.…
— Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) (@CamaraAceites) May 22, 2025
Según explicaron desde la industria exportadora, el reglamento europeo cuenta con dos secciones. Una es sobre los sistemas de demostración de los operadores comerciales, en lo vinculado a cumplir con parámetros de trazabilidad y certificación. “En ese caso está Visec como respuesta, que tiene un altísimo reconocimiento en Europa”, destacaron desde Ciara-CEC. El segundo apartado del reglamento europeo es la tarea que los Gobiernos europeos llevan a cabo para clasificar el riesgo de cada país en materia de deforestación.
Las autoridades argentinas enviaron un informe, en donde solicitaron que nuestro país sea calificado con riesgo bajo. “Sin embargo, Europa consideró que había que mantenernos en estándar, todos los países del mundo estábamos en stándard hasta ahora”, explicaron desde la entidad.
Y agregaron: “Creemos que es excesivo, injustificado y arbitrario, Cancillería va a reaccionar también en eso y pedir negociaciones bilaterales por este tema”.
Al momento de explicar esta calificación, consideraron que no se tomaron parámetros técnicos concretos, sino que se tuvieron en cuenta factores políticos que tienen más que ver con conflictos geopolíticos a nivel global.
Fernando Herrera, director de la Asociación de Productores Exportadores de Argentina (APEA), reconoció a News Digitales que recibieron “con sorpresa” la calificación europea. “Esperábamos que luego de la presentación realizada por Argentina, íbamos a ser declarados de bajo riesgo”.
En este contexto, sostuvo que “habrá que iniciar alguna instancia de negociación para lograr que nos consideren de bajo riesgo, tal como Uruguay”.
Consultado sobre un posible impacto en el comercio exterior del agro, el directivo desestimó esta posibilidad. “Con el correr del tiempo, nos vamos a adaptar a las nuevas condiciones, aunque no es bueno que se sumen cada vez más requisitos”, concluyó.