23/05/2025 - Edición Nº836

Internacionales

Represión política

El arresto de Juan Pablo Guanipa refuerza el autoritarismo de Nicolás Maduro en Venezuela

23/05/2025 | El gobierno de Maduro detuvo al líder opositor por supuesta conspiración terrorista, intensificando la persecución contra sus adversarios.



Una detención planificada

El régimen de Nicolás Maduro ejecutó un nuevo golpe contra la oposición venezolana. Juan Pablo Guanipa, exdiputado y figura clave del partido Primero Justicia, fue detenido por fuerzas especiales del Estado bajo cargos de "conspiración terrorista". El anuncio fue hecho por Diosdado Cabello, ministro del Interior, quien afirmó que Guanipa encabezaba un supuesto plan financiado por potencias extranjeras para alterar el orden interno antes de los comicios regionales.

Una estrategia de asfixia opositora

Esta acción se enmarca en una estrategia sistemática de represión que se intensificó tras las elecciones presidenciales de 2024, en las que la oposición alega haber vencido con Edmundo González Urrutia. Desde entonces, las detenciones, inhabilitaciones y exilios han sido moneda corriente para Primero Justicia y otras formaciones críticas del chavismo.

En un gesto claramente coreografiado, la televisión estatal transmitió imágenes de la captura de Guanipa, vestido con chaleco antibalas y escoltado por agentes encapuchados. Cabello declaró que otras 70 personas están siendo investigadas, entre ellas varios extranjeros, y advirtió que se impedirá cualquier intento de "saboteo electoral".

Poco después de ser arrestado, Guanipa logró difundir un comunicado en redes sociales, donde calificó su detención como un "secuestro político" y reafirmó su lucha por una Venezuela libre. Líderes opositores y ONG de derechos humanos denunciaron el hecho como parte de una escalada represiva orquestada desde el Palacio de Miraflores.

Repetición de patrones

No es el primer caso dentro del entorno Guanipa. Su hermano, Pedro Guanipa, fue arrestado en septiembre de 2024 por supuesta corrupción en la alcaldía de Maracaibo. La justicia venezolana, controlada por el oficialismo, ha sido señalada por su rol como herramienta de persecución selectiva.

Horas peligrosas 

Con esta detención, el chavismo busca desarticular cualquier foco de resistencia institucional que pueda poner en duda los próximos resultados electorales. La captura de Guanipa no es un hecho aislado, sino parte de un engranaje mayor de intimidación, silenciamiento y control absoluto del tablero político. La comunidad internacional, hasta ahora reactiva, enfrenta una disyuntiva: mantener una posición tibia o asumir una postura clara ante un régimen que ya no disimula su deriva autoritaria.