
El fútbol de Francia atraviesa una histórica e insólita crisis económica, que afecta a casi todos los clubes. Algunos, incluso, podrían llegar a estar seriamente comprometidos con una quiebra. La situación es tan grave, que la Federación Francesa de Fútbol (LFP) le recomendó a los clubes que planifiquen el año sin contar con los ingresos de la televisión, una fuente de recursos fundamental en cualquier liga profesional.
La encrucijada se originó con una pelea entre la LFP y la empresa tenedora de los derechos, DAZN. Las dos partes se acusan mutuamente de no cumplir con el contrato que los vincula. Sin embargo, la crisis viene de arrastre, después de la salida del grupo Mediapro de manera unilateral durante la pandemia del Covid.
El periodista francés Pierre Maes, explicó a la agencia EFE que "menos el PSG (que tiene la financiación de Catar), cuanto más pequeño es el club, más dependiente es de los derechos de televisión. Seguramente los clubes no entrarán en quiebra, pero la pérdida de competitividad será enorme".
Sin contar las ventas de jugadores, el PSG y el Olympique de Marsella serían los que menos perderían, con un 20 y un 35 % de sus ingresos provenientes de la TV. Sin embargo, para un club como Mónaco, que el año que viene jugará la Champions, los derechos de televisión representan la mitad de sus ingresos totales.
¿Cuál es el origen de la crisis del fútbol francés con los derechos de televisión?
Todo empezó durante la pandemia, cuando el grupo español Mediapro, alegando la caída del negocio por el Covid, se fue del fútbol francés poco después de haberse comprometido a pagar más de 1.100 millones de euros por temporada entre 2020-2024.
Ante la urgencia, la liga francesa salió rápidamente a buscar un oferente. Primero, se cerró un acuerdo con Amazon, que desembolsó 250 millones para el 80 % de los partidos, y recurrió al canal catarí beIN Sports (332 millones) para los dos partidos más importantes de cada fecha.
En comparación con el contrato de Mediapro, los clubes ya estaban cobrando un 45 % menos. Ante esta situación, el presidente de la LFP, Vincent Labrune, acudió al fondo de inversiones de Luxemburgo CVC para lograr liquidez. A cambio de 1.500 millones de euros que irían en gran parte a los clubes, cedió, de por vida, el 13 % de LFP Media, la empresa de la liga francesa de fútbol.
En la licitación de esta temporada, al no haber interesados, la LFP se los adjudicó hasta 2029 por un total de 660 millones a la empresa británica DAZN y a beIN Sports, lo que suponía un 11 % menos que el periodo 2021-2024.
Ahora DAZN, que paga 400 millones anuales, llegó a negarse a desembolsar uno de los tramos acordados al estimar que la LFP no había cumplido su parte para luchar contra la piratería. La Liga tuvo que acudir a la Justicia para hacer que pague.
Todavía no está claro si DAZN seguirá o no como empresa licenciataria. Ante este panorama, el panorama es muy incierto. Mientras tanto, la distancia de Francia con el resto de los grandes ligas de Europa se agranda. La Premier League recauda 4.000 millones de euros por temporada en concepto de derechos televisivos; la Liga española, 2.000; la Bundesliga, 1.200; y la Serie A, 1.100.