
El 8 de junio, Misiones abrirá fuego en el calendario electoral provincial con unas elecciones que prometen sacudir el tablero político de una de las provincias más estratégicas del norte argentino. El tradicional dominio del Frente Renovador de la Concordia Social (FRC) está bajo amenaza y la oposición se prepara para dar pelea cuerpo a cuerpo.
Durante años, el FRC supo consolidar una hegemonía casi imbatible en Misiones, amparado en una estructura política sólida y en un discurso de cercanía con la gente. El gobernador Oscar Herrera Ahuad, como principal figura del oficialismo, buscará renovar esa confianza en su gestión y en su partido. Pero en 2025, esa tranquilidad podría quebrarse. Los sectores opositores, desde Juntos por el Cambio hasta nuevas fuerzas provinciales, vienen afilando las garras para intentar romper el monopolio legislativo que por décadas han tenido.
La Cámara de Representantes provincial pondrá en juego 20 bancas y el FRC no puede darse el lujo de perder terreno. La campaña está teñida de tensión y los escenarios de disputa se multiplican en municipios clave, donde la ciudadanía reclama cambios y nuevas respuestas.
Fuerzas tradicionales y emergentes coinciden en que esta elección es una oportunidad única para dar batalla y mostrar que el cambio en Misiones es posible. Con críticas contundentes a la gestión del oficialismo, especialmente en temas como la economía local, la inseguridad y el manejo ambiental, la oposición promete llevar la pulseada hasta el final.
No es casualidad que en estas elecciones se perciba una efervescencia política pocas veces vista en la provincia, con alianzas sorpresivas y candidaturas que buscan movilizar el voto joven y desencantado.
Más allá del control legislativo, estas elecciones serán una especie de termómetro político para toda la región. Un revés para el FRC podría resonar más allá de Misiones, impactando en las estrategias nacionales de cara a octubre y perfilando un mapa más fragmentado y competitivo.
El 8 de junio, Misiones no solo elige representantes: decide si mantiene la vieja guardia o abre la puerta a una nueva etapa de enfrentamientos políticos que promete sacudir la estructura del poder.