
Marco Rubio, actual secretario de Estado de EE.UU., recibió en Washington a cinco líderes opositores venezolanos que habían permanecido 412 días asilados en la embajada de Argentina en Caracas. Todos ellos pertenecen al partido Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado, y fueron evacuados en una operación secreta conocida como “Operación Guacamaya”, coordinada por Estados Unidos, Argentina y Brasil.
Durante su estancia en la sede diplomática, los activistas enfrentaron condiciones extremas impuestas por el régimen de Nicolás Maduro: cortes de electricidad, restricciones de alimentos y vigilancia constante. La embajada, custodiada por Brasil tras la ruptura entre Buenos Aires y Caracas, fue sitiada en un intento de doblegar a los refugiados políticos.
La Operación Guacamaya, según Machado, fue “diseñada con precisión y ejecutada a la perfección”. El rescate se produjo sin alertar a las fuerzas de seguridad venezolanas, lo que evidenció fisuras internas en el chavismo y dejó en evidencia la vulnerabilidad de su aparato de control.
Marco Rubio elogió la valentía de los cinco opositores y reafirmó el respaldo de Washington a quienes luchan por una Venezuela libre. También condenó la reciente detención del exdiputado Juan Pablo Guanipa y de otros 70 activistas, denunciando una campaña sistemática de persecución.
Honored to meet with the brave Venezuelan opposition leaders who were targets of Maduro’s repression and tyranny. Their courage inspires all working towards more democratic futures, especially following the arbitrary arrest of @JuanPGuanipa and over 70 individuals. The U.S. will… pic.twitter.com/HehFzeFW9D
— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) May 23, 2025
La comunidad internacional celebró la maniobra como un ejemplo de cooperación estratégica en defensa de los derechos humanos. El presidente argentino, Javier Milei, agradeció el rol de EE.UU. y Brasil, y destacó la necesidad de enfrentar al autoritarismo con acciones concretas.
Desde Brasilia, también se emitió un comunicado respaldando el rescate y reiterando el compromiso del país con una salida democrática a la crisis venezolana. El gesto fue recibido como una señal de unidad regional frente a la represión.
Miembros del Comando de campaña de María Corina en Estados Unidos para reunirse con Marco Rubio.
El encuentro entre Rubio y los cinco líderes venezolanos no solo refuerza el compromiso estadounidense con la oposición, sino que demuestra que la presión internacional coordinada puede romper los cercos del autoritarismo. Esta victoria diplomática deja una lección: la defensa de la democracia requiere valentía, cooperación y precisión estratégica.
Además, consolida el liderazgo de María Corina Machado como figura clave de la resistencia democrática, al tiempo que posiciona a Estados Unidos como actor activo en la protección de los derechos humanos en América Latina. La operación también envía una advertencia clara al régimen de Maduro: el cerco diplomático y político sobre Venezuela se está estrechando, y el aislamiento internacional aumenta.