
El 9 de marzo a las 10.50 de la mañana una cámara de seguridad captó a la jueza Julieta Makintach ingresando a los tribunales de San Isidro. El registro podría haber pasado desapercibido si no fuese porque ese día era domingo y casi no había actividad, y porque detrás de ella aparece un camarógrafo filmándola.
No es el único. En las últimas horas se dieron a conocer más filmaciones que la muestran ingresando al Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, donde se lleva adelante el juicio por la muerte de Diego Maradona, acompañada por un equipo de filmación. Las imágenes, aportadas por el abogado querellante Rodolfo Baqué, refuerzan la hipótesis de una posible vinculación directa de la magistrada con la producción de un documental sobre el caso.
“Se encuentra verificado en el caso la presencia de la magistrada colaborando directamente en el proyecto audiovisual”, sostiene el escrito firmado por los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo. Si se confirma su responsabilidad, Makintach podría enfrentar imputaciones por incumplimiento de deberes de funcionaria pública, abuso de autoridad y negociaciones incompatibles con la función pública.
El material registra el ingreso de la jueza el domingo 9 de marzo por la tarde —un día antes del inicio del juicio— vestida de blanco y acompañada por al menos cuatro personas, algunas de las cuales fueron identificadas dentro de la sala de audiencias. En los videos, también aparece José Arnal, de la productora La Doble, y María Vidal Alemán, amiga de la jueza y señalada como una de las responsables de haber grabado audiencias.
En una de las secuencias, Makintach es filmada en el hall central del edificio judicial, seguida por un camarógrafo. En otras, se la ve ingresar a su propio despacho, una zona a la que no pueden acceder personas ajenas al Poder Judicial, lo que refuerza las sospechas sobre el uso indebido de instalaciones judiciales para la realización del presunto documental.
A raíz de estos hechos, el jueves pasado se realizaron seis allanamientos en distintas locaciones de San Isidro y la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de secuestrar documentación y material electrónico relacionado con contrataciones y la producción de contenidos audiovisuales vinculados al juicio.
A la evidencia audiovisual se suma una declaración clave: la de la mujer policía M.D.B., responsable de controlar los accesos al tribunal, quien aseguró que Juan Manuel D'Emilio y María Vidal Alemán fueron enviados por la jueza y grabaron una de las audiencias sin estar acreditados como prensa.
Aunque la magistrada negó cualquier relación con la producción en cuestión, los fiscales creen que el ingreso anticipado y fuera del calendario judicial, acompañado por un equipo de filmación y en zonas restringidas, no puede ser considerado como un hecho aislado. Si el vínculo se confirma, no solo enfrentaría consecuencias penales, sino que también se pondría en riesgo la validez de todo lo actuado hasta ahora en el juicio.
LN