
A menos de cuatro meses de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, el peronismo enfrenta una de sus internas más intensas en años. La tensión entre los intendentes del conurbano, respaldados por el gobernador Axel Kicillof, y La Cámpora, liderada por Máximo Kirchner, ha escalado a niveles que amenazan la cohesión del espacio.
El detonante más reciente fue la fallida sesión en el Senado bonaerense para tratar un proyecto impulsado por el kirchnerismo que buscaba habilitar la reelección indefinida de legisladores. La iniciativa no prosperó debido a la falta de apoyo de los senadores alineados con Kicillof, quienes exigieron incluir también a los intendentes en la reforma. Esta jugada fue interpretada por La Cámpora como una maniobra para dilatar el debate y preservar el poder territorial de los jefes comunales.
La relación entre Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner, alguna vez cercana, se ha deteriorado notablemente. El desdoblamiento de las elecciones provinciales, decidido por el gobernador en abril, fue percibido por el kirchnerismo como un acto de autonomía que socava la estrategia nacional del peronismo. Desde entonces, los cruces entre ambos sectores se han intensificado, con declaraciones públicas que evidencian la fractura interna.
En este contexto, los intendentes peronistas han comenzado a alzar la voz, reclamando mayor participación en la definición de las listas y en la estrategia electoral. Pablo Descalzo, intendente de Ituzaingó, expresó que los jefes comunales y el gobernador deben tener un peso significativo en la Legislatura, señalando la necesidad de una representación más equitativa dentro del PJ bonaerense.
La falta de unidad ha generado preocupación entre los dirigentes peronistas, quienes temen que la división interna beneficie a fuerzas opositoras como La Libertad Avanza y el PRO, que ya avanzan en acuerdos electorales. Carlos Bianco, ministro de Gobierno bonaerense, admitió recientemente que "hoy no hay condiciones para la unidad" dentro del PJ provincial.
Con la renovación de la mitad de las bancas en la Legislatura bonaerense en juego, la disputa interna en el peronismo podría tener consecuencias significativas en el mapa político de la provincia. La capacidad de los distintos sectores para superar sus diferencias y presentar una propuesta unificada será determinante en el resultado de las próximas elecciones legislativas.